aprende con penelope
Primera Guia manual del Morbo.
Exclusivo para mujeres
de Woman Penelope
La violencia es un fenómeno complejo que puede repetirse a lo largo del tiempo, creando un ciclo de sufrimiento tanto para la víctima como para el agresor. Romper este ciclo es un acto de valentía que requiere conciencia, apoyo y un cambio de hábitos. Aquí te explicamos cómo identificarlo y los pasos que puedes seguir para evitar que se siga repitiendo.
1. ¿Qué es el ciclo de la violencia?
El ciclo de la violencia es un patrón repetitivo de abuso que suele tener tres fases principales:
• Fase de Tensión acumulada: En esta etapa, los pequeños conflictos no resueltos, frustraciones y tensiones se acumulan sin una salida saludable. Las emociones, tanto de la víctima como del agresor, están a flor de piel.
• Fase de Explosión violenta: Es el momento en el que la agresión se desata. Puede ser física, verbal, emocional o psicológica. Es una liberación de la tensión acumulada y puede ir acompañada de arrepentimiento por parte del agresor.
• Fase de Reconciliación: Después de la explosión, a menudo sigue una fase de calma, en la que el agresor se disculpa, promete que no ocurrirá de nuevo, o hay gestos de cariño. Esta fase crea la falsa sensación de que la relación ha cambiado.
2. ¿Cómo identificar el ciclo de la violencia?
Es importante ser capaz de reconocer los signos del ciclo de la violencia. Estos son algunos patrones que pueden indicar que se está viviendo este ciclo:
• Justificación del abuso: Se minimiza la gravedad de los abusos, se cree que “no es para tanto” o se justifica el comportamiento del agresor.
• Repetición de patrones: El abuso sigue ocurriendo, aunque después de cada episodio haya promesas de cambio.
• Falta de control sobre las emociones: La ira, la tristeza o el miedo se gestionan de manera inadecuada y se expresan mediante agresiones.
3. Pasos para romper el ciclo de la violencia
a. autoconocimiento y toma de conciencia
El primer paso para romper el ciclo es reconocer que existe un problema. Esto implica admitir que la violencia está presente en la relación y que es necesario hacer un cambio.
• Reflexiona sobre los patrones de violencia que has experimentado o ejercido.
• Reconoce los sentimientos reprimidos como el miedo, la rabia o la tristeza, que suelen estar en la raíz del comportamiento agresivo.
B. Buscar apoyo profesional
Es difícil romper este ciclo sin ayuda. La terapia psicológica es fundamental para trabajar en la gestión de las emociones y el cambio de patrones de conducta.
• Los terapeutas pueden ayudarte a explorar las causas profundas de la violencia y a aprender nuevas estrategias para manejar las emociones.
• Participar en grupos de apoyo también puede ser útil para comprender que no estás solo/a en este proceso.
C. Aprender herramientas de autocontrol y comunicación
• Gestionar la ira: Aprender técnicas como la respiración profunda o la meditación puede ayudarte a reducir la tensión antes de que se convierta en agresión.
• Comunicación asertiva: Practica la expresión de tus emociones de manera clara y respetuosa, sin recurrir a la violencia o al silencio.
D. Crear un entorno saludable
• Establece límites claros: Aprende a decir “no” a comportamientos tóxicos. No permitas que otros crucen tus límites de respeto.
• Rodearte de relaciones positivas: Mantén contacto con personas que promuevan la paz, el respeto y el amor incondicional.
• Educa a las nuevas generaciones: Si tienes hijos o jóvenes a tu alrededor, enséñales a resolver conflictos de forma pacífica y a identificar signos de abuso.
E. Rompe el silencio
Hablar sobre la violencia y sus efectos es uno de los pasos más poderosos para romper el ciclo. No te sientas avergonzado/a de pedir ayuda.
• Denunciar el abuso es fundamental en situaciones graves, especialmente si se trata de abuso físico o psicológico.
• Habla con alguien de confianza si te sientes atrapado/a en una relación violenta.
4. ¿Qué necesitas para romper el ciclo?
• Ayuda emocional: Reconocer que no es debilidad buscar ayuda profesional es clave. La terapia es una herramienta poderosa para sanar.
• Autocompasión: Reconocer que mereces vivir sin miedo y sin abuso es el primer paso para sanar.
• Apoyo de seres queridos: Tener una red de apoyo que te respalde en este proceso puede ser determinante para tu bienestar.
Conclusión
Romper el ciclo de la violencia no es fácil, pero es posible. Con autoconocimiento, ayuda profesional y cambios conscientes, cualquier persona puede liberarse de este patrón destructivo. Recuerda que, aunque el proceso sea difícil, cada paso hacia la sanación es un paso hacia una vida más saludable y plena.
enero2025@womanpenelope