aprende con penelope
Primera Guia manual del Morbo.
Exclusivo para mujeres
de Woman Penelope
La desinhibición sexual provocada por el alcohol y otras drogas tiene un impacto directo en las decisiones, la percepción del riesgo y la calidad de las relaciones sexuales. Aunque puede parecer que “ayuda a soltarse”, lo que realmente ocurre muchas veces es una desconexión de un@ mism@, de los límites personales y del juicio crítico.
Sexo bajo los efectos del alcohol o drogas: cuando la desinhibición conduce a errores
Una falsa sensación de libertad
El alcohol y algunas drogas, como el cannabis, el éxtasis o la cocaína, actúan sobre el sistema nervioso central reduciendo la inhibición y aumentando la sensación de euforia o deseo. En este estado, muchas personas sienten que están más libres para expresarse sexualmente. Pero esta “libertad” no suele ser auténtica, sino producto de una conciencia alterada.
Según estudios recientes, el 70% de los jóvenes ha tenido relaciones sexuales bajo los efectos del alcohol, y la mayoría califica esas experiencias como poco satisfactorias o problemáticas.
Errores comunes que se cometen bajo los efectos del alcohol o drogas
1. Iniciar relaciones que no se desean realmente
En un contexto sin pareja estable, muchas veces se cruzan límites personales: tener sexo con alguien que no atrae, que no se conoce bien, o incluso con quien no existe una conexión emocional mínima.
Ejemplo:
Claudia, de 22 años, cuenta que después de una fiesta universitaria terminó en la cama con un chico que le gustaba como amigo. Se sintió confundida y arrepentida al día siguiente, pues nunca lo habría hecho en estado sobrio. La amistad se enfrió, y ella tardó en reconstruir su autoestima.
2. Dejar de usar protección
Una de las consecuencias más comunes y peligrosas. La percepción del riesgo se distorsiona: se minimiza el peligro de embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual.
Ejemplo:
Iván y Lucía son pareja. Durante un festival, tras consumir alcohol y marihuana, mantuvieron relaciones sin preservativo. Ambos confiaban en que “no pasaría nada”. Tres semanas después, Lucía descubrió un embarazo no planificado. Ambos tuvieron que tomar decisiones difíciles.
3. Confundir deseo con necesidad emocional
A veces, el sexo bajo los efectos del alcohol o las drogas es un intento inconsciente de llenar vacíos, calmar la soledad o buscar validación, más que una expresión real de deseo o placer.
Ejemplo:
Julián, tras romper con su novia, comenzó a salir y beber mucho los fines de semana. Terminaba teniendo sexo con personas distintas, pero siempre se sentía más solo al despertar. Al final, entendió que estaba anestesiando el dolor, no liberándose.
4. Ser incapaz de establecer límites o detectar violencia
La percepción de peligro o incomodidad se reduce. Esto puede llevar a consentir cosas que no se desean, o incluso no identificar una situación de abuso.
Ejemplo:
Una joven relata que, estando borracha en una reunión, aceptó prácticas sexuales que no le gustaban, solo por no saber cómo decir “no” en ese estado. Aun sin violencia directa, la experiencia fue vivida como traumática.
5. Decepción sexual y frustración
El alcohol y las drogas pueden afectar el rendimiento sexual: erecciones débiles, falta de lubricación, incapacidad de alcanzar el orgasmo… Esto puede generar frustración y dudas sobre la propia capacidad sexual.
Ejemplo:
Carlos, de 24 años, cuenta que después de beber mucho no logró mantener la erección con una chica que le gustaba mucho. El nerviosismo aumentó, y luego evitó verla por vergüenza.
¿Qué hay detrás de esta desinhibición?
Falta de educación emocional y sexual.
Presión social o de grupo.
Modelos culturales que romantizan el sexo impulsivo.
Búsqueda de validación externa o de escape emocional.
¿Qué hacer para vivir la sexualidad con conciencia?
Aprender a disfrutar del placer de manera sobria, conectando con el cuerpo y los propios deseos reales.
Hablar de estos temas sin tabúes en contextos familiares, educativos o de pareja.
Reforzar el autocuidado y el respeto por los propios límites.
Entender que el consentimiento implica claridad, sobriedad y libertad.
junio2025@womanpenelope.es