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Woman Penelope 

reflexiones 

Porque evitamos hablar de la muerte...

 

La muerte es como nacer, como el yin y Yang. Sin uno no puede existir el otro. Vivimos mirando hacia otro lado, no queremos ser conscientes de que un día llegará el final de nuestra existencia. Damos la espalda a la realidad, a lo inevitable, no queremos hablar del tema, es un tabú para la sociedad.

 

Atribuimos la muerte a algo maligno, es malo. Es un sentimiento que está en la calle, en nuestro entorno. Esto entorpece el curso normal de la vida y de la muerte Mirando hacia otro lado para no querer ver que la muerte existe y que un día se hará presente en nuestras vidas y nos obligará a mirar, creando en nosotros miedo y así se hace muy difícil aceptar la realidad cuando de pronto aparece y se lleva a un ser querido de forma inesperada. Nos costará más tiempo aceptar, porque aparecerá en nosotros el sentimiento de culpa y de no haber sabido aprovechar el tiempo, mientras tuvimos la ocasión.

 

Los jóvenes ven la muerte como algo lejano que no va con ellos, pero a partir de los cincuenta años de vez en cuando les viene al pensamiento este hecho. Entienden que han vivido más tiempo que el que les queda y quieren olvidarse de que cada año que pasa, es uno más que resta a su vida.

 

A partir de los cincuenta y cinco años le vienen a la memoria recuerdos de vivencias que tenían olvidadas, cosas que les hacen sonreír y a veces entristecer, pero continúan con su vida.

 

Cuando llegan los sesenta años, todo empieza a cambiar en ellos, no saben porque, pero ponen su meta en los setenta y cinco años para el fin de su vida. Con esta edad ya es más fácil pensar en la muerte... hacen un resumen de la vida que han vivido, de sus buenos y malos momentos. Dan gracias por haber tenido la oportunidad de vivir y aceptan que vivieron la vida que quisieron, la que ellos eligieron.

Sea como sea en lo que queramos creer cada uno. Lo cierto es que nuestra vida física es limitada, es un proceso de aprendizaje y de evolución de nuestra condición humana. En nuestro interior existe el instinto de supervivencia y esto nos lleva a la procreación, así tenemos descendientes para asegurarnos de que el mundo continúe en su camino de permanecer con la existencia.

 

Y debemos dar gracias por tener la oportunidad de haber nacido y formar parte de todo este proceso. Vivir la vida de la mejor forma, disfrutar de cada momento con nuestros seres queridos cuando tenemos la oportunidad. Ver los errores como lecciones. Nosotros somos lo que somos por lo que nuestros padres nos enseñaron, por la vida que vivimos, aprendemos de lo bueno y de lo malo, si uno de los dos no existiera no seríamos capaces de aprender.

 

Cuando alguien que queremos muere, debemos llorar si es lo que nos apetece, esto nos ayudará a desahogarnos y nos sentiremos mejor aunque en el momento no lo parezca, así empezará el proceso de aceptación al despedirnos de nuestro ser querido. Son muchos sentimientos que nos abordan... ya no estarán nunca más con nosotros, no les volveremos a ver, a abrazar...

 

Es más fácil cuando nuestro ser querido está enfermo y tenemos tiempo para despedirnos, viviendo esos momentos de sufrimiento entendemos y aceptamos mejor la muerte, hasta el propio enfermo percibe, siente que su final está cerca y desea incluso a veces que llegue cuanto antes y descansar por fin eternamente.

Hemos entrevistado a más personas de las que esperábamos, han sido muchísimas y nos ha sorprendido de que todas ellas aceptan y asumen el fin de su vida física y todas coinciden...

 

Cuando llegan a la meta que se trazaron, cada día que pasa es un regalo y viven con intensidad cada momento, porque no saben cuantos regalos quedan...

 

Tienen Fe y están convencidas de que dejarán la vida que conocen hasta el momento, creen que volverán a sentirse vivos en poco tiempo y podrán continuar protegiendo a sus seres queridos desde donde estén. Asumen que será así y vivirán en un mundo paralelo a este, donde todo es más fácil y tendrán una vida mejor.

 

Llorar por un ser querido cuando muere está bien, pero solo por un momento, no debemos acomodarnos en la tristeza. Debemos celebrar haber tenido la suerte de haberl@ conocido y de haber compartido momentos con el.

 

Los Indios del viejo Oeste decían que un Alma pasa a otra vida cuando la despides con alegrías y música, esto les ayuda a marcharse en paz, pero si por el contrario, si se llora la muerte con tristeza, el Alma se queda atrapada en la tierra y no podrá llegar al paraíso eterno.

 

Los animales aceptan fácilmente esta realidad, incluso saben que darán vida y/o alimento a otros para la continuidad del proceso de la vida con los cuerpos que yacen en el camino. Pero nosotros, la especie humana necesitamos creer que hay algo después de la muerte, que nuestra vida será mejor, que nuestra vida física acaba y empieza una vida de luz de energía en el más allá, donde todo es hermoso y seremos felices eternamente. Que volveremos a ver y estar con los que partieron antes que nosotros y que estaremos velando por los que dejamos atrás y que un día se reencontrarán con nosotros. 

Yo estuve en un funeral que me encanto y quiero uno asi para mi...

 

Era un hombre inglés el que murió, ya tenía su edad, estaba enfermo pero nadie hacía sospechar que su momento estaba próximo. Un día su mujer lo encontró muerto... su viuda y amigos se reunieron en un bar de copas y comieron, bebieron y hasta bailaron... reían recordando anécdotas del fallecido y también lloraban su ausencia, yo estaba asombrada de ver aquella situación porque en mi entorno esto no ocurría, solo lloran y hablan de cómo ha muerto. Tristeza y más tristeza pero estas personas despidieron a su familiar y amigos a un ser que vivió y participó en esta larga evolución de existencia.

 

Fue un momento que me gustó porque celebraban la vida que tuvo un día.

 

Creo que deberíamos hablar con naturalidad de la muerte, como de la vida, del sexo... es de la única forma que aprenderemos a aceptar la muerte como algo natural.

 

Ahhh y también quiero que pongan música de Fredy Mercury en mi funeral

 

El recuerdo de nuestros seres queridos permanecerá siempre en nosotros, vivirá y nos acompañarán hasta el resto de nuestra existencia, pero no debemos olvidar que un día seremos nosotros los que nos vayamos y dejaremos a nuestros hijos y amigos. Tenemos que dejarles un buen legado y no se trata de cosas que cualquiera puede comprar, se trata de dejar nuestros valores y aprendizaje a lo largo de nuestra vida física.

 

En este estudio ha participado mucha gente. El Director Philip me sugirió hacer este trabajo y he creído conveniente abrir debate entre los participantes de diferentes Asociaciones que colaboran con mis estudios y de esta forma aprender hablar como si de cualquier otro tema se tratara, con naturalidad.

 

En recuerdo a las personas que un día formaron parte de nuestra vida, los que pasaron por momentos angustiosos pero nos dejaron un buen recuerdo que nos hace sonreír...

 

enero2021@womanpenelope

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porqué evitamos hablar de la muerte

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