aprende con penelope
Siempre se ha dicho o creído que las mujeres tenemos menor deseo sexual que los hombres, y se daba por hecho de que era mas difícil excitarnos con frecuencia y sobre todo que no podíamos transmitir deseos sexuales (comunicarnos verbalmente).
Sin embargo, la sociedad ha experimentado un gran cambio social y de cultura en la mujer. Podemos afirmar sin ninguna duda que todo lo que el hombre pensaba de la mujer, queda muy lejos de la realidad actual.
Si comparamos los datos actuales, con las afirmaciones en décadas anteriores, no hay duda en que la infidelidad femenina está en alza y a nivel mundial
Nos adentramos a partir de el año 2000, y es que desde entonces hasta la actualidad, la tasa de mujeres que han engañado a sus maridos o parejas ha aumentado un 30%. Algo llamativo teniendo en cuenta de que los hombres se han mantenido al mismo nivel.
Pero es a partir de el año 2015 cuando la mujer experimenta una evolución en cuanto a su educación y cultura conservadora, despierta en ella el interés en tener un mayor conocimiento en la educación sexual y adquirir herramientas para saber más. Llegando a la actualidad 2014 donde el porcentaje de infidelidades del 30%
ha pasado a rozar el 55%
Y todo debido a la existencia de algunos factores que podrían explicar a que se debe esta diferencia entre sexos. Después de entrevistar a más multitud de mujeres a través de distintas Asociaciones y un porcentaje de hombres., aseguraron haber tenido al menos una pareja sexual en el último año. Se descubrió que aquellas mujeres cuyas inquietudes distaban más que las de sus parejas, experimentaban una falta de apetito sexual mucho mayor que la que reportaban los hombres en sus mismas circunstancias
También se pone de manifiesto que, como consecuencia de esta realidad, las mujeres que se encierran en relaciones largas tienen más probabilidades de acabar perdiendo el interés por el sexo que sus parejas hombres.
Cuando esto sucede, se multiplican las posibilidades de pensar y caer a la tentación, para centrarse y soñar con ilusión en encontrar el deseo y la necesidad sexual. En esa misma línea, se afirma que las mujeres están predispuestas, por su genética, a manejar distintas alternativas por si su relación fracasa.
Dedicando tiempo y consultas a la búsqueda de los elementos que diferencian a la infidelidad femenina de la masculina, podemos llegar a la conclusión de que, a diferencia de lo que ocurre con la infidelidad masculina, las mujeres, "al ser mas abiertas que los hombres a la sexualidad, también pueden garantizar un mayor compromiso y responsabilidad con su familia".
Sea por razones biológicas o, por la aparición de los anticonceptivos, o fruto de la mayor independencia personal, física y/o económica de las mujeres o porque simplemente cada vez son más las mujeres que desean gozar de un desarrollo personal pleno en todos los ámbitos de la vida, lo cierto es que el número de mujeres que cuestiona la fidelidad ha crecido, hasta superar ya al de los hombres.
junio@2024womanpenelope