aprende con penelope

Woman Penelope 

experiencias basadas en hechos reales

no puedes cambiar el ayer, solamente puedes tratar de obtener lo mejor de hoy y mirar con esperanza el mañana

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vivo con la culpa, aunque lo volvería hacer

 

unica y ultima vez que engaño a mi esposo. mientras no vea de nuevo a ese chico.

 

Quiero contar mi mayor secreto…

Como es que engañe a mi marido y vivo con la culpa aunque lo volvería a hacer...

 

Me llamo Janet, tengo 26 años de cuerpo blanco, rellenito y grandes tetas y trasero, y no es por presumir pero la verdad soy muy linda de cara. Vivo con mi esposo Iván y mi hijo de 2 años, a mi esposo lo conozco desde los 16, nos hicimos novios, luego nos casamos cuando yo tenía 22, el había sido el primer y único hombre con el que había estado hasta hace 2 meses que sucedieron estos hechos.

 

Mi esposo es dueño de una ferretería, nos estaba yendo bien hasta que comenzó la pandemia y las ventas comenzaron a bajar, yo veía a mi esposo estresado por dinero ya que apenas habíamos comprado otra casa y un coche nuevo, por lo que decidí ayudarlo un poco y me puse a trabajar en un restaurante de un amigo de mi suegro, todo iba bien en mi trabajo hasta que comenzaron a abrir los antros y el dueño del restaurante tenía uno por lo cual nos ofreció trabajo también ahí a todos los empleados del restaurante. 

 

Yo acepte ya que ahí iba a ganar un poco más, el inconveniente era que trabajaría de noche, a mi esposo al principio no le pareció pero lo convencí que sería solo por un corto tiempo. Mi nuevo trabajo consistía en recibir a los clientes con un shop de tequila y aveces ayudar al bartender.

 

Un día medio lluvioso con muy pocos clientes yo estaba en la puerta recibiendo y ofreciendo los famosos caballitos de tequila cuando llegaron un grupo de chavos y comencé a darles tequila, llego el turno de uno alto moreno, cuerpo atlético muy guapo y me dice…

 

-hola como te llamas, que linda eres.

-hola, gracias quieres un shops. Solo contesté.

-si te lo tomas conmigo si quiero. Me respondió el.

-no, yo no puedo tomar.

-Ándale bueno pues dime tu nombre.

-me llamo Karla. Lógico  di otro nombre.

-Yo me llamo Raúl mucho gusto. Me dijo ofreciéndome su mano como saludo.

-mucho gusto Raul. Contesté tomando su mando.

-karlita que linda eres, me gustas mucho, más tarde te puedo invitar algo en la barra para platicar. Me dijo mientras sostenía mi mano.

-lo siento no puedo, soy casada. Contesté yo algo nerviosa no se que me pasó pero era un sensación nueva para mi.

-solo vamos a platicar. Me dijo el.

-en verdad no puedo.

 

Contesté yo para luego dedicarme a mi trabajo y dejándolo ahí parado.

Durante la noche sentía la mirada de Raúl todo el tiempo siempre que volteaba a verlo él me estaba mirando. Eso me comenzó a excitar, era algo distinto, nunca lo había sentido.

 

En un momento ya no llegaban clientes porque comenzó a llover mucho, yo me fui a la barra a descansar junto con los meseros y demás empleados ya que había muy pocos clientes.

El bartender me sirvió una bebida y me senté en la barra, luego llega Raúl…

 

—qué pasó karlita o mejor dicho Janet.

Yo me quede muda al momento que escuche mi nombre.

-ya te investigue Janet, cuando algo me gusta lo obtengo y tu me gustas mucho. Me dijo el desgraciado.

-pos con migo te quedarás con la ganas ya te dije que soy casada. Contesté indignada pero a la vez excitada.

-mira mamacita date la oportunidad de probar algo nuevo, tu esposo no se enterara de nada.

-que te pasa, de que no se va a enterar si contigo no haré absolutamente nada, estás loco, si sigues hablaré al de seguridad.

-Janet Janet  no te hagas del rogar, ve nomas como tienes los pezones hace un momento no estabas así. Ahí me di cuenta que los pezones se me había puesto duros y se marcaban en mi blusa, me dio mucha vergüenza con el…

-estás loco

 

solo atine a decir mientras trataba de taparme e irme de ahí.

Cuando estaba por marcharme me sujeto del brazo se me acercó y me dijo…

 

-Janet dame la oportunidad y te daré una noche inolvidable, haré que te vengas 5 veces, una con estos ( enseñándome sus dedos de la mano) otra con esta (sacando su lengua y moviéndola) y las otras tres con esta llevándome mi mando a su paquete. 

 

Ahí fue donde perdí, al sentir su miembro me calenté muchísimo aparte que al terminar de decirme me dio una ligera mordida en la oreja…

 

-me largo, tomare un Uber. Le dije.

 

Fui con mi jefe en turno y le dije que si me dejaba salir antes ya que me sentía algo mal y como no había mucho que hacer acepto.

Al salir de la oficina ya no vi a Raúl, esperaba que hubiera captado lo del Uber, salí del antro estaba a punto de sacar mi celular para pedir un carro cuando se para uno enfrente, baja el vidrio y me dicen…

 

-Uber señorita?

 

Al parecer si entendió pensé, y me subí. Cuál fue mi sorpresa al ver que era el…

 

Iva demasiado caliente y el también, al entrar comenzó a acariciarme mientras conducía, en el primer semáforo aprovecho y me subió mi blusa para apoderarse de una de mis chichis con su boca, yo estaba que reventaba. 

 

El pitido del carro de atrás nos alertó del semáforo en verde, mientras conducía se desabrochó el pantalón y guió mi mano a su miembro, no era grande pero estaba perfecto para mi. Llegamos a una calle poco transitada y se estacionó ahí,  se abalanzó sobre mi y mientras me besaba y me chupaba las tetas con una de sus manos trataba de quitarme el pantalón, recostó mi asiento y logró quitarme hasta los calzones, luego comenzó a sobarme la entrepierna, busco mi clitoris y comenzó a masajearlo, esa sensación de sus dedos en mi clitoris… su boca en mis pezones erectos, y el sonido de la fuerte lluvia en el techo del carro hizo que terminara en un orgasmo riquísimo.

 

Sin darme tregua recorrió mi asiento hasta atrás brincando el quedando en medio de mis piernas abiertas buscando mi raja con su boca, con sus manos me subía las piernas y comenzó la mamada más rica que hasta ahorita me han dado, jugaba con mi clitoris hinchado y aveces me daba lengüetadas  en  mi ano, eso al principio me saco de onda pero a los segundos lo comencé a disfrutar. 

 

Hacia maravillas con esa lengua, no niego que mi esposo me hace disfrutar, pero raul hacía que mi esposo quedara muy lejos, no tardo mucho en hacerme llegar al otro orgasmo riquísimo, se incorporó hasta llegar a mis tetas de nuevo y chuparlas, luego se brincó a mi cuello y por último a mi boca. 

 

Comenzó a besarme mientras siento como se va hundiendo su daga en mi vagina, claro sentía cómo se iba abriendo camino ya que es más gruesa que la de mi esposo…

 

-estás bien apretadita. Me susurraba.

 

Yo solo gemía y pensaba que había valido la pena tener a mi bebé por medio de cesárea.

El seguía con las embestidas y yo disfrutaba cada vez más, luego me volteo poniéndome en 4 y dándome por atrás mientras con su mano masajeaba mis tetas, yo llegue a mi tercer orgasmo… ya solo me quedaban 2 de los que me prometio, claro el se daba cuenta de mis orgasmos porque yo me retorcía y casi gritaba pero el con más fuerza me embestía y me sujetaba hasta que me calmaba pero él nunca dejaba de bombearme, luego de esto comenzó a acariciarme el ano, y me dice…

 

-y este agugerito ya lo usaste?

-no, ahh mi esposo lo a intentado pero no lo logramos porque me duele… ahhh ah. Gemía yo.

-mmm que desperdició me encanta tu culito.

Yo estaba tan caliente que solo dije…

-si lo deseas, ahhh ah… puedes intentarlo ahhh, ah, si.. si..

-mmm gracias amor vamos a ver más tarde.

-Ah ah si, como quieras… ah ah sigue. Dije.

-ven amor súbete en mi. 

 

Me dijo mientras se acomodaba en su asiento, lo reclinaba y recorría hasta atrás, yo sin dudarlo me subí en él y me senté en su mástil erecto y sentía cómo entraba hasta chocar con sus huevos rasurados, comenzamos de nuevo pero ahora yo me movía más y el solo se dedicaba a mordisquear mis pezones y a sujetarme de las nalgas para ayudarme con los movimientos  los cuales comencé a acelerar porque se acercaba el cuarto orgasmo el cual llegó unas cuantas embestidas después, al igual que los Tres pasados fue riquísimo pero ahora salió con abundante liquido, nunca me había pasado eso, es la primera y única vez que ha sucedido, hasta pensé que era pipí pero no fue así, ese líquido es un poco más espeso.

 

Raúl se volvió loco al sentir eso y comenzó a moverse ahora el y acelerar el movimiento, no se como pasó pero al poco tiempo sentí el quinto orgasmo prometido acompañado de unos chorros de esperma caliente que sentí se estrellaban en mis adentros, fue una sensación única y jamás antes había sentido.  

 

Nos quedamos muy cansados en esa posición, yo arriba de él con su pene dentro de mi vagina que sentía como chorreaba líquidos míos y de el sobre la alfombra del carro. Después de unos minutos nos besamos apasionadamente y nos separamos cada quien en su asiento, nos limpiamos con toallas húmedas y nos vestimos, la lluvia aún no paraba...

 

-que rica estás Janet en verdad me encantas.

-tú también me encantas Raúl fue grandiosa la cogida.

-te llevo a tu casa?

-no, llévame al antro, tengo que tomar un Uber ahí, uso la cuenta de mi esposo y el ve donde tomo los carros.

-bien pero me tendrás que dar una mamada caminera ya que tú boquita no la he probado.

 

Yo estaba  cansada pero no podía decirle que no a mi amante, y comencé a saborear esa verga mientras Raúl manejaba, en los semáforos yo aprovechaba para poder chuparle los huevos Raúl disfrutaba eso, ya llegado me dice…

 

-ah ahí ahí me voy a venir mamacita ahí te va. 

 

Sentí como puso una de sus manos en mi nuca, empujándome más hacia su miembro para meterlo más en mi boca, luego sentí cómo salían los chorros de semen alojándose en mi garganta casi ahogándome, hice unos ruidos extraños y Raúl me soltó, luego de dejarle bien limpio con mi boca me incorporé limpiándome  mis mejillas…

 

-bueno mijo me tengo que ir, te volveré a ver? Le dije a Raúl.

-no creo Janet, vivo en Tijuana solo estoy de paso aquí.

 

Yo me moleste mucho porque pensé que solo me había usado, indignada cerré la puerta de su coche y me subí al Uber que ya antes había pedido.

 

Ya pasaron meses de eso y aún recuerdo la sensación de mis 5 orgasmos, sigo soñado con qué Raúl me visitará de nuevo, mientras me conformo con mi marido que cuando cogemos suelo imaginarme que es Raul… esa es la culpa que siento, aparte de que engañe a mi esposo, lo sigo engañando cada que cogemos.

 

 

octubre2023@womanpenelope.es