aprende con penelope
la vida termina cuando dejas de soñar, al igual que la esperanza, muera cuando dejas de creer
Soy transexual hace unos años dejé mi pueblo para trasladarme a la ciudad, quería hacer el cambio y operarme. Al principio fue duro, nueva identidad, nuevos amigos, todo era nuevo.
Alquile un piso pequeño, pero no encontraba trabajo y los gastos me estaban dejando sin los pocos ahorros que tenía, así que pensé en alquilar una habitación.
A los dos meses, recibí la llamada de una chica que buscaba alojamiento, quedamos en un café del barrio, para hablar de los detalles. Cuando llegue y pregunte al camarero, me dijo que me esperaba en la mesa del fondo, fui hacia allí y me presente…
— Hola soy Adriana, la del piso
— encantada, soy Rebeca
me dio dos besos y hablamos sobre el precio, y algunos detalles más, y al final llegamos a un acuerdo.
Así que a la mañana siguiente se presentó en casa a la hora acordada, traía pocas maletas. Iba muy guapa, con una minifalda de cuero negro y una blusita atada a la cintura.
La convivencia era muy amena y rápido nos hicimos muy amigas. Yo trabajaba en un bar, mientras ella era secretaria.
Un sábado por la noche, Rebeca iba a salir de copas, como yo, cuando de repente sonó su móvil, se fue a su cuarto y al cabo de un rato salió mal humorada…
— ¿Qué te pasa Rebeca, cielo?
— nada, que me quedo en casa, estos que no salen….
— pues sal conmigo
— Que???
— Si mujer, tu y yo solas de copas por la ciudad, jejejjejejejjej. Que peligro no?, jejjejej,
— hecho
Fuimos de Pub en Pub, hasta llegar a uno que a mi me encanta, íbamos ya algo contentillas con los cubatas, ya allí la terminamos de apañar…
Salimos a bailar, y bailamos provocando a todo el mundo, que panorama….. Rebeca me agarraba del cuello, mientras suavemente bajaba sus manos hacia mi ombligo, y las volvía a subir, yo la agarraba de la cintura y la pasaba mis labios por su cuello., lo cierto es que me empezaba a excitar el juego.
En esto que Rebeca paró y mirándome muy seria dijo…
— vámonos a casa cielo
yo asentí, y nos marchamos, cogimos un taxi…
Cuando bajamos del taxi, no parábamos de parlotear de lo bien que lo habíamos pasado, y con risas entramos por la puerta de casa las dos agarradas y con todo y eso nos caíamos.
La llevé a la cama y la acosté, empecé a quitarle la ropa, no sabia, lo que me pasaba pero me estaba empezando a excitar de nuevo, cuando llegue al pecho me dijo que ahora la tocaba a ella, y abrazándome el cuello se lanzó a mi boca y me besó, intente apartarme, pero no pude, su lengua empujaba mis labios para entrar en mi boca, pasado un rato, se soltó de mi cuello y me dijo…
— Quiero follarte Adri…
— Rebeca pero…
— Si cielo quiero que me folles
Y se volvió a lanzar a mi boca, esta vez no la rehusé y la abrí, su lengua se enredó con la mía, sus manos acariciaban mi pechos duros, mientras yo la agarraba de sus glúteos duros y bien formados. Comenzamos a desnudarnos una a la otra con rapidez.
Cuando solo nos quedaban puestas las braguitas, me miro y me dijo…
— enséñame esa polla, estoy deseando verla, jamás antes me lo he hecho con una tía con polla.
Me quite el tanga, y se abalanzó como si estuviera poseída sobre mi polla que estaba totalmente erecta, empezó a masturbarme, palpando con delicadeza mi miembro.
Sus manos eran tan suaves, que me resultó delicioso, al mismo tiempo le quité sus bragas y la empecé a tocar su coño rasuradito y suave, ufff, no aguantaba más y la dije que se la iba a meter, ella asintió con la cabeza mientras seguía en su tarea.
Por un momento se separó y de un empujón me tiró sobre la cama…
— Rebeca, déjame, tengo que ir a por un condón.
— Que dices, con lo caliente que estoy….
Casi de un salto se puso encima de mi, cogió mi polla con firmeza y se la metió en la vagina, empezó a moverse en círculos de una forma que me volvía loca. Wow, era fantástico, como me masajeaba las tetas mientras mi polla entraba y salía de su interior…
Después la cambié de postura y me puse encima de ella, sus gemidos cerca del oído me producían un placer añadido….
Noté como mis pechos y mis pezones se erguían, que sensación más maravillosa… Rebeca empezó a gemir más fuerte, yo note como de mi polla empezaban a salir las primeras gotas…
— No te corras dentro de mi coño
me increpó con la voz entre cortada, mientras jadeaba, lo que me indicó que se estaba corriendo.
Y yo sin poder evitarlo, me corrí en su interior, llenando de esperma su vagina…, corriendo saqué mi polla y ella riendo me dijo…
— Hay que joderse, que puede que me dejes preñada
— No digas tonterías, con las hormonas mis espermatozoides deben estar medio muertos.
Las dos reímos y nos quedamos abrazadas y nos dormimos…
A la mañana siguiente todo siguió como antes de aquella noche, así hasta que a los dos meses, llegó un día a casa y mirándome a los ojos me dijo…
—Estoy preñada, joder, me has preñado.
No sabia que decir, ni como reaccionar…
— Si, me has dejado preñada, te dije que no te corrieras dentro y tu nada, ni puto caso…
Después de unos meses difíciles, superamos los pequeños baches que habían entre nosotras. Llegó a su fin el embarazo, en el que dio a luz a un niño.
Ahora, aunque Rebeca convive con su novio, y mi hijo también, tengo libertad para verles cuando quiera., y con Rebeca… bueno, de vez en cuando tenemos sexo juntas, pero ahora siempre con preservativo.
abril2022@womanpenelope.es