aprende con penelope
Woman Penelope
experiencias basadas en hechos reales
lo único imposible es aquello que no intentas
Una fiesta que acabó en juego
Una noche organice una fiesta en mi apartamento, estuvo muy animada, ya era tarde y mis invitado fueron despidiéndose, quedó un grupo de cinco amigos, que no tenían nunca bastante, siempre eran los mismos.
Nos quedamos charlando y bromeando y abrimos una botella de whisky, que guardaba y empezamos a beber en vasos pequeños y entre lo que habíamos bebido, al cambiar de bebida y alguna raya que nos hicimos, todos estábamos flotando.
No se como, pero empezó un juego que a pregunta de color, el que perdía se quitaba ropa, fue muy divertido, nos reímos mucho y al final acabamos todos sin ropa, y así empezó el juego, que aun hoy lo pienso y no logro recordarlo bien.
El caso es que de pronto me encontré sobre la mesa del comedor, me subí yo y reté a todos a que pusieran sus pollas en mi cuerpo, entre risas y picando a los chicos. Al final el más lanzado, me acercó su polla y el resto le siguieron.
Empecé a tocar una a una, todas las pollas, con las dos manos y el ambiente se caldeó de sobremanera, estaba de rodillas sobre la mesa y uno de ellos metió su polla en mi vagina y empezó una fiesta de sexo sin control.
Al final tenía una polla en mi vagina, otra en mi culo, otra en mi boca, y en una mano y en la otra también, estaba alucinando, el ambiente era de un morbo total, recuerdo que me encontraba feliz , cinco pollas para mi sola y disfrutando de ellas.
Me empecé a mover de adelante, hacia atrás, moviendo mi cadera, empujando una polla y la otra, el que estaba de pie con su polla en mi boca, no paraba de moverse, metía y sacaba su polla de mi boca muy deprisa, yo estaba extasiada, movía mis manos de arriba abajo, haciéndole pajas a uno y al otro.
Empece a gemir, más bien eran gritos ahogados que salían de mi garganta y frenaba el sonido la polla de mi boca. Mi interior ardía, notaba mis jugos como resbalaban entre mis muslos, no podía dejar de moverme.
Solo se oían gemidos, respiros profundos, palabras sueltas y empezó el momento de que empezaban a estallar, corriéndose, primero se corrió el que tenía la polla en mi vagina, la sacó y me echo el semen en el coño, después el que tenía la polla en mi boca, echo su líquido en mis pechos, a continuación el que me follaba el culo, que lo echo en mis nalgas.
Acto seguido el de la polla de mi mano derecha y quedó el que tenía la polla en mi mano izquierda, que al momento exploto también, todos regaron con su semen mi cuerpo, fue tremendo, me tumbé unos minutos en la mesa restregándome todos esos líquidos.
Fue increíble, les pedía más, necesitaba más y solo dos de ellos quisieron seguir, pero no pudieron, sus pollas habían fallecido y sin fuerza para subir de nuevo.
Una experiencia sin igual, disfrute enormemente de una manera muy placentera. Siempre la recordare.
marzo2024@womanpenelope.es