aprende con penelope
Woman Penelope
experiencias basadas en hechos reales
solo tu eres dueña de tu destino
No fue un final feliz
Llevaba un tiempo saliendo con Michael, nos reíamos mucho juntos y nuestras relaciones íntimas eran una delicia, follabamos casi a diario y nos gustaba probar cosas nuevas.
Hablábamos de lo que íbamos hacer cuando estuviéramos solos y nos calentábamos con insinuaciones y tocamientos dónde estuviéramos, en una cafetería, restaurante o en el cine nos hacíamos pajas uno al otro sin llegar a corrernos.
Así manteníamos el deseo hasta que llegara nuestro momento, y follabamos como animales. Una noche estábamos invitados a una fiesta de cumpleaños. Llegamos y todas las miradas iban dirigidas a nosotros, tengo que decir que Michael, era un chico que traía a todas las chicas locas.
Durante toda la noche, jugué con el, como siempre para mantenerlo pendiente de mi y esa noche más aún porque había mucha lagarta suelta, así que hice todo lo posible para que no se apartara de mi lado, al llegar al final de la noche.
La fiesta acababa, lo habíamos pasado genial, bailamos, reímos y en un despiste de nuestro anfitrión, Michael me cogió de la mano y me llevo a un dormitorio de la casa, donde empezó a besarme con deseo, ya no aguantaba más el calentón decía.
Nuestras lenguas jugaban, se enlazaban y sus manos recorrían todo mi cuerpo, y empezó a quitarme la ropa, yo estaba cachonda perdida, en ese momento no pensaba, me daba igual que nos pillaran y empece a desnudarle también.
Nos quedamos totalmente desnudos y besándonos nos tiramos en la cama, seguimos tocándonos, el metió dos dedos en mi coño y le agarré la polla con ansia, estaba palote y empecé a moverla con ganas de arriba abajo, el empezó a jadear.
El calentón era tremendo, entonces Michael se puso sobre mí y metió su polla en mi coño de una vez, llegó al fondo y gemí, le cogí del culo y lo atraje aún más, empezó un baile de caderas al mismo ritmo los dos, estaba loca de caliente.
Estaba chorreando, mi coño era como un rio, me puse sobre él y le cabalgue la polla y así continuamos con el juego hasta que estaba a punto de estallar, le decía .....
Michael, no aguanto más, me voy a correr....
En ese momento, Michael me dio la vuelta y me puso boca abajo en la cama y me metió su polla por el culo....
ahhhh grite de dolor, que haces, me has hecho daño....
De pronto se rompió el hechizo, me enfadé con él, le insulte y él se enfadó.
Se levantó, cogió su ropa, se vistió y se marchó dejándome allí, me molestaron las formas, porque quizás si lo hubiéramos hablado, me lo hubiera esperado y abríamos ido con más cuidado.
El caso es que tuve un dolor intenso durante días en el culo y aquello fue el final de nuestra relación.
enero2024@womanpenelope.es