aprende con penelope
no esperes que todos entiendan tu viaje, especialmente si nunca han tenido que recorrer tu camino
Mi nombre es Anthony, tengo de 23 años mido 1.74 mts de piel morena, rollizo con barba. en lo personal no me considero atractivo pero tengo un miembro que mide 27 cm y está grueso.
Esta historia pasó hace casi 2 años con mi mejor amiga Rosi. Ella es una persona muy muy agradable, es muy guapa de cara, mide aproximadamente 1.55 mts, un tanto rolliza, piel blanca, no tiene mucho pecho, ni mucho trasero pero para mí era muy atractiva.
Ella antes vivía en la misma ciudad que yo, por cuestiones de trabajo se tuvo que mudar, pero siempre que ella viene nos vemos. Siempre me había parecido atractiva aunque jamás se lo dije pero un día jugando le dije que sinceramente ella me parecía muy atractiva al igual que ella me confesó lo mismo pero ya no hablamos más de eso, no mencionamos nada.
Pasó el tiempo y llegó la fecha en que nos veríamos, llegó un tanto tarde, nos saludamos, venía con sus primos y entramos al cine, en una plaza que se encuentra muy sola, solamente hay unos negocios al entrar y el cine que está casi al final de la plaza muy excluido, todo bien no hablamos sobre el tema.
Al entrar a la sala empezamos a hablar de que ella tenía una cita por la tarde con un chico con el que posiblemente pudiera tener sexo porque ya le urgía y yo le conté que hacía unos días yo lo había hecho con una chica.
Le conté toda la historia con detalles y después de eso, las cosas se empezaron a calentar, empezó la película y yo empecé a ver que tenía mensajes de su cita. Después puse mi mano en su pierna, la acariciaba a veces subía más pero no pasaba a más y ella hacía lo propio con mi pierna.
Posteriormente salimos de la sala y nos quedamos atrás de sus primos y nos pudimos besarnos, yo toqué su trasero con mis manos apretando sus nalgas y salimos de la sala.
Ella me comentó que querían ver otra película, le dije que por mí estaba bien, pero al empezar la película ella salió, dijo que iba al baño. Salió y al rato me mandó un mensaje, en el que me decía que saliera, que teníamos mejores cosas que hacer.
No lo dudé y enseguida salí de la sala dejando a sus primos dentro de la misma, ella me volvió a besar y le dije que ¿dónde nos íbamos?.
Dijo que ese lugar (la plaza que había comentado) está muy sola, que si nos escondíamos bien podíamos hacer todo lo que quisiéramos y así fue…
Buscamos un buen lugar donde nadie nos pudiera encontrar, bajamos las escaleras, había un pasillo oscuro con cosas caídas de los anteriores locales, no estaba tan limpio pero era perfecto nadie iba para allá y nosotros necesitábamos estar solos.
Entramos a un local donde había unos escritorios, en algunas paredes se podía apreciar humedad y que la pintura se empezaba a caer por el tiempo de abandono, pero el lugar es lo de menos cuando de verdad tienes ganas de comerse uno al otro.
Y así fue que empezamos a besarnos, dijo que llevaba mucho tiempo que quería hacerlo, eso me subió los ánimos (como si fuera necesario), y enseguida empecé a tener una erección, no podía ocultarlo dentro de mi pantalón y ella con ese short corto que llevaba donde se podía apreciar desde fuera como tenía su tanga metido en el coño, pero yo sólo quería quitárselo y empezar a comernos.
Nos seguimos besando, me quitó el polo y yo a ella la blusa y el sujetador que llevaba, enseguida chupe sus pechos rosa mate, pequeños muy hermosos y deliciosos, no podía parar, ella gemía y bajo su mano y me tocó…
— ¿Esa es tu polla?
— Si es esa ¿te gusta?
— E… es enorme ¿puedo verla?
— No preguntes, sólo hazlo.
Ella me quitó el cinturón y desabrochó el pantalón y lo bajo del todo para tener campo libre a ver lo que ella tanto deseaba. Al sacarla estaba tan dura que quería que me la chupara enseguida.
La miraba asombrada, recorriendo cada parte desde la cabeza hasta llegar a mis testículos, no la dejaba de mirar, ella la acariciaba lentamente con su mano, llegaba hasta el final y volvía a empezar tenía esa necesidad de hacerlo, al ver como estaba le dije…
— ¿Porqué no la ves más de cerca?
Ella empezó a descender suavemente hasta llegar a estar frente a frente con mi polla, parecía hipnotizada y sin pensarlo se acercó (cabe destacar que lo hacía perfecto).
Empezó a jugar con mi polla y su lengua recorría con suavidad la cabeza, después empezó con la yema de sus dedos tocando los testículos y en ocasiones hasta sujetarlos por completo con sus manos, llevó su boca los testículos primero con la lengua los lamía y después se los metía a la boca uno por uno.
Después empezó por el tronco desde lo más cercano a mí hasta lo más alejado, siempre con su lengua como si ese fuese su dulce favorito y no sólo por un lugar o recorría todo mientras con sus manos lo apresaba.
Llegando a la punta empezó por chuparla suavemente y con su lengua no dejaba de chupar la punta, me hacía gozar con la suavidad de sus lamidos y de un momento a otro empezó con sus manos una seguida de la otra y metió la punta entera en su boca y empezó a hacerlo rápido junto con las manos subía y bajaba, hacía el mayor esfuerzo para meterlo todo pero sus intentos no eran lo suficiente para el tamaño de mi miembro.
Lamia y movía con sus manos más rápido y más rápido, ella quería que le llenara la boca de leche pero eso no lo había conseguido a pesar de que todo lo que hacía me ponía muy cachondo, yo no podía, yo quería pasar a otra parte y aunque hacía su mejor intento le dije…
— Párate, tenemos que pasar a otras cosas que tengo muchas ganas de follarte.
— Está bien, pero me tienes que dar mucha leche porque me he quedado con ganas.
— No te preocupes, que lo haré.
Le dije…
— ahora es mi turno
le quité el short, hice a un lado su tanga negro y vi lo que tenía, una vagina que en cuanto la vi la quise chupar de inmediato y lo hice con tanta locura y al mismo tiempo la masturbaba con un dedo primero y después el otro, mientras ingería todos los flujos tan deliciosos que tenía ella.
Jugué con mi lengua y su clítoris, ella gemía sin poder parar. Después empecé a lamer todo y hasta a meter mi lengua en su vagina, tanto ella como yo sabíamos que no aguantaría mucho y se iba a correr directo en mi boca, después de un rato que jugaba y jugaba con su vagina se comenzó a venir y empezó a gritar…
— aaaahhhhh ¡¡Me corro, másssss, chúpamela toda, másssss, que me corro!!
Yo seguí con tantas ganas como al principio al sentir el sabor inigualable del orgasmo, chupé y chupé hasta no dejar ni un poco de orgasmo en ella porque venía lo mejor.
Me puse de rodillas, ella acostada, escupí un poco en su vagina y empecé a penetrarla poco a poco (por el tamaño que tengo), ella gemía y conforme iba avanzando más también aumentaba el volumen.
— Ay que rico, métela despacio que tienes una polla tremenda y de una no la aguanto
— ¿Te gusta cómo te la meto? ¿Quieres más polla?
— Si quiero más papi, pero despacio que me vas a partir la vagina, aaaaaayyyyyy
Cuando la metí toda ella gimió tanto de placer (y eso que apenas empezaba), entonces llevé sus piernas a mis hombros y la empecé a sacar y a meter más entre más avanzaba más rápido iba
— Dame duro papi, dame que me quiero correr ¡dame más! Ay más, más, más.
El suelo era algo incomodo pero no importaba ambos estábamos muy cachondos, yo obedecía con gusto y placer a lo que ella decía y a los pocos minutos se corrió, sentí toda mi polla tan mojada…
Ella dijo que quería cambiar de posición que quería montarse en mí, entonces me acosté y ella se subió sobre mí lentamente hasta llegar a estar bien sentada y empezó a moverse de atrás hacia adelante y también daba brincos encima de mí y por igual se movía en círculos que bien se sentía yo le daba cachetes en sus nalgas, ella se inclinó hacia mí para besarme, entonces aproveché para moverme y ella vaya que lo disfrutaba enterraba sus uñas en mi, me mordía, yo seguía dándole duro sin parar, ella estaba tan excitada que no tardó en correrse nuevamente…
— Así te gusta ¿así de duro?
— Si, así me encantas sólo tú has durado tanto follandome, aaaayyyy, vaya, necesitaba que me follaran, que bien como me he corrido, sólo tú, aaaayyyyy porque has tardado tanto en follarme.
Ella se puso de pie después de otros dos orgasmos bien trabajados, yo me paré y nuevamente nos besamos sin pensarlo la cargué, ella se empezó a meter mi polla poco a poco mientras la sostenía de las nalgas cuando entró por completo, le di lo más duro que podía y no conforme con ello la puse encima de un escritorio, sentada mientras nos abrazábamos, ella me clavaba las uñas en la espalda, ella sólo gemía y gritaba no podía decir nada más pero sentí como escurría ese orgasmo a lo largo y grueso de mi polla.
Después me dijo que la dejara bajar así fue.
Entonces ella se puso en 4 aproveché para poder chupar una vez más ese manjar que tiene entre las piernas y después ella hizo lo propio con mi polla, se percató de ese sabor peculiar a su rica vagina, ya que estaba tan mojada, que me pareció buena idea follarla de nuevo, entonces la empecé a penetrar pero se la metí de una y ella gritó con un tanto de dolor, pero con mucho placer al mismo tiempo y la cogí de la cadera y empecé a darle duro muy duro ya que teníamos que acabar pronto con el trabajo., sus primos no eran inocentes y tampoco la película era eterna, después la cogí de los hombros y también del cabello, mientras yo seguía dándole duro, ella gritando y le daba cachetes a esas nalgas que con cada una se le ponían más rojas y ella dijo…
— Hazme correr sólo una vez más por favor
— Te hago correr, pero después yo me corro
— Si, lo que tú quieras, pero hazme correr, me voy a portar bien contigo
Entonces la embestí lo más duro que pude y en menos de un minuto ya estaba chorreando y eso me excitó aún más, pero yo aún no estaba listo, quería más, yo quería follarla más., ella no se iba a negar, pero pregunté para despistar…
— ¿Dónde quieres que me corra?
— Dame toda tu leche en mi cara
— Tranquila, todo a su tiempo tengo mucha leche para ti, yo quiero seguir.
Yo seguí pero entonces sonó el teléfono de Rosa, era su primo, ella contesto pero yo seguía metiéndosela pero no tan duro, no quería que nos delatara, ella sólo decía que estábamos bien que estábamos en la plaza que se quedaran en el cine que nada malo pasaba pero creo que ellos no la creyeron, porque nosotros seguimos haciendo lo nuestro y después de un rato empezamos a escuchar pasos y gritos de nuestros nombres… eran ellos.
Juro que cada vez estaban más cerca junto a sus pasos yo escuchaba cada uno de los movimientos que ellos daban. Le tapé la boca a Rosa, para que no se escuchara que estábamos en el lugar ellos se escuchaban cada vez más y más cerca. Mi polla estaba apunto de explotar, estaba tan gruesa, más de lo normal no podía parar, estaba apunto a casi nada de correrme, pero no quería parar, no podía parar y seguí sin parar, estaban tan cerca de encontrarnos…
Yo saqué mi polla y expulsé todo lo que tenía dentro, me vacié en su cara y en su boca, ella después estaba chupando para poder sacar todo lo que tenía dentro, y justo cuando pensé que nos encontrarían se escuchó una voz distinta que le decía a sus primos que debían salir de ahí, ellos se fueron y pudimos descansar ella se limpió la cara y pudimos vestirnos y salir…
— Follas muy bien Antho, sé que puedes durar más y pronto lo haremos.
— Claro que puedo, tú dime cuando y créeme que lo haré realidad.
— Pronto, tú nunca me vas a decepcionar con tu grande polla, pero ya tengo ganas de probar de nuevo.
Nos fuimos al baño del cine, ella se limpió bien y yo estaba tranquilo, llamamos a sus primos, ella se encargó de explicar todo yo sólo la apoyaba además noté en ella que le temblaban las piernas sólo nosotros sabíamos porque.
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