aprende con penelope
presta especial atención a tus decisiones, podrían cambiar tu vida
Hace unos 3 años, conocí a un chico encantador, bien vestido y muy fino. Entramos después de una conferencia a un Iris Coffee muy bello y nos sentamos en una zona de sillones donde compartimos unos Whiskys con Jenny, John y un Especialista Psiquiatra y Psicólogo, repasábamos todo lo que habíamos hablado y expuesto.
El caso es que notaba como un chico me miraba desde la barra sentado en un taburete con una media sonrisa y no apartaba su mirada. Eso me hizo sentirme importante y hacía como que no me daba cuenta de ello. Disimulaba con el Camarero, mirando lo que llevaba en una bandeja de cosas, haciéndome la tonta.
Mientras tanto nosotros seguíamos hablando, comentando y de vez en cuando reíamos sobre los temas que habíamos tratado y las preguntas que nos hacían a cada uno.
Pero seguía pendiente de ese chico, notaba su mirada en mi nuca y no podía concentrarme.
Y llego la hora en que el Especialista se levanto y se marchó y mira por donde, Jenny y John se pusieron a discutir sobre algo, no se que era, porque hacía que estaba pendiente de ellos, pero en realidad yo solo seguía pensando en ese chico.
Era normalito, su porte denotaba seguridad y tranquilidad, me miraba, su media sonrisa me hacia tener 16 años y no podía dejar de pensar el por qué.
Me levante y fui a pagar lo que habíamos bebido, con cuidado de no ponerme a su lado para que no creyera que estaba buscándole. No tardó mucho en atenderme el camarero, puse cara de estar abstraída pensando en mis cosas. De repente se acercó el camarero, diciéndome que el chico que no dejaba de mirarme nos había invitado a las consumiciones.
Me quede parada, sorprendida y reaccioné acercándome a él y dándole las gracias por el detalle.
Conversamos unos 10 minutos y le invité a que conociera a mis colegas. Cuando llegue a nuestra mesa, conté lo que había pasado con nuestra cuenta y presente a este chico tan encantador llamado Philip.
Conociendo a John como es, enseguida le invito a sentarse con nosotros y empezó como es el a analizarle y entre bromas y risas, iba sacando cada vez mas información de este chico.
Llegado el momento, John comento que porque no nos íbamos a cenar y seguíamos con la conversación. Philip quería poner alguna excusa para no molestar, pero John se encargó de girar todo para que el chico se viniera con nosotros. Ya se había dado cuenta de mi interés en él .
A la vuelta de la manzana había un pequeño restaurante que servían unas ensaladas increíbles y unos Sandwiches sabrosos. Nos sentamos en una mesa apartada y como macho John se encargo de pedir para todos.
La velada fue fantástica y se nos hizo corta. Y ya viendo la hora que era, decidimos levantarnos para marcharnos. Deseaba con todas mis fuerzas irme esa noche a follar con Philip, pero me acordaba de los consejos de John y encima allí delante, que me corte muy a pesar mío.
Pero enseguida salió John con su ojo médico y nos obligo de una forma muy sutil a quedar para el día siguiente en una comida sin aun hoy saber como lo hizo. El caso es que ya en la calle John, insinuó que yo le invitara a comer por el detalle que había tenido y que estaba en deuda con Philip, que me tocaba invitar a mi.
El pobre chico se quedo parado y se vio obligado a aceptar. Quedamos para el día siguiente en un buen Restaurante para comer los dos solos.
Esa noche no pude apenas dormir, parecía una niñita de 16 años pensando en él y poniéndome cachonda solo de pensarlo. Solo tuve sueños sexuales con él, lo poco que dormí.
Solo escuche a John decirme que esos ojos que tenía , esa muesca de mis labios solo significaban una cosa, AMOR. Que aprovechara y no le dejara escapar. No le pregunte más, sabía que se había encargado de hacerle el auto análisis interior. Y agradecí ese consejo.
Al día siguiente quedamos a la 12:00 h., tarde en vestirme lo que nunca. Decidí por consejo al final de John, ponerme un vestido azul marino de tipo punto, un pañuelo gris por los hombros y un bolso de mano, con unos zapatos de vestir de color azul marino y unas medias casi gris perla que me llegaban a los muslos sujetándolos bien.
No me puse sujetador y si un tanga negro de encaje por los lados y transparente donde se podía apreciar todo. Estaba muy nerviosa. No sabía que tenía ese chico, que me estaba pasando pero me atraía, existía algo que me hacia perder la cabeza para no pensar en otras cosas.
Llegue a las 12:05h. y allí estaba, en la puerta mirando su reloj. Nos dimos un beso en la mejilla y entramos al restaurante. Teníamos mesa reservada y allí nos sentamos. Apenas comí, hablábamos de todo sin parar, cuando llegamos a los postres empezamos a hablar de nosotros. De que si era guapa, simpática y que me había estado observando en ese local varias veces y que le atraía.
Bueno, terminamos de comer y decidimos ir a un sitio tranquilo donde conversar. Tomamos café y otro, y otro, el caso es que nos dimos cuenta que habíamos estado hablando casi 3 horas. Eran las 6:30h. de la tarde, ya había anochecido.
Salimos a la calle, pero él no daba muestras de marcharse, entonces me decidí y le pregunté si quería que fuéramos a mi apartamento, para preparar algo, picar y tomar un buen vino. Acepto rápido.
El apartamento era compartido. Así que llame a mi compañera para que se fuera a cenar algún sitio y así lo hizo.
Llegamos y le enseñe el apartamento diciéndole que no tardaría mucho en llegar mi compañera. Puse 2 vinos y seguimos hablando de cosas irrelevantes. Mire la hora y le propuse que fuéramos a la cocina y preparar algo para picar con el vino.
Se levantó y me fui a poner cómoda. Me puse un pantalón de pijama gris y una camiseta blanca de tirantes donde mis pezones amenazaban con romper la tela. Tengo unos pezones gordos, puntiagudos y siempre suelen estar erectos.
El cuanto me vio, hizo como que no se daba cuenta, pero notaba su mirada en mi camiseta, en mis pezones y eso me hacia sonreír. Preparamos unos aperitivos (congelados porque yo no guiso), y nos sentamos a comer y seguimos charlando. De vez en cuando notaba su mirada en mis pezones y encima estos, se ponían mas de punta.
Después de una hora hablando, se levanto y empezó a recoger la mesa mientras le miraba y me preguntaba que tenía este chico para no parar de pensar en él.
Era atracción, amor a primera vista, sexo, no lo se. Tenía claro que sexo no porque era una persona normal, tampoco era un macho para perder la cabeza. No se bien que paso. John tenía su teoría y puede ser, pero yo no la veía como el decía.
Me levanté para ayudarle a recoger las cosas de la cocina, y al cruzarme con el para guardar unas bandejas, se apresuro a darme un beso. Fue tal su mirada e intensidad, que caí rendida. No se que paso ni como fue, el caso es que me vi en la cama.
El bajaba mi pantalón por las rodillas y se lanzo a besar, mordisquear y succionar mi coño, ufff como lo hacía, tenía una sensibilidad en sus caricias que me venció, empecé a temblar con cada lengüetazo, notaba como mis flujos salían sin parar, cada succión a mi clitoris me hacía estremecer y no pude contenerme y explote como nunca…creo que solo tarde 1 minuto en correrme. Soy muy escandalosa cuando me llega un orgasmo bueno, y ese fue de recordar.
Se levantó mientras miraba mi coño y miré como se bajaba el pantalón. Se quito los pantalones mientras yo me quitaba el mío pero yo no apartaba mi mirada de su bulto. Quería saber como podía ser su polla. Y apareció dura. Era normal, ni pequeña ni grande, de unos 12 centímetros pero estaba dura y tiesa.
Últimamente solo veía grandes y caídas. Se quito la camisa y se fue agachando poco a poco hacia mí. Se puso de lado mientras mordisqueaba mis pezones e imagine que como sabía lo que era lo que más me gustaba, habría sido John quien le hubiera dicho lo que me gusta o yo con mi mirada se lo estaba diciendo.
No sé, me deje llevar, incorporé la cabeza y empece a chupar su polla. Mmmm que rica, Lo que nunca, se la estaba comiendo como si jamas lo hubiera hecho antes, con desesperación y ansiedad. Sin pensármelo 2 veces, le tiré sobre la cama boca arriba y me puse encima para follarle como yo sabía .
Me la metí de una vez, quería sentirle dentro de mi, empecé a moverme de lado a lado, hacia arriba, mientras me tocaba los labios del coño, ya no podía más, notar su polla dentro, los gemidos de él, me decían que estaba a punto de correrse, yo continuaba acariciándome el coño cada vez más deprisa, haciéndome una paja, ufff al momento explotamos como si un rayo nos hubiera unido.
Nos tumbamos boca arriba…, sin hablar, yo solo pensaba y pensaba que había pasado, que había hecho y sin respuestas. Fumamos un cigarro y empezamos a hablar de que nos había parecido, que tal nos habíamos quedado, que cuerpo tenía, que si tenía yo, y bueno, mi mano se fue a su polla mientras empezaba a encogerse, y el tocaba mi coño despacito como si fuera un masaje.
Al rato, nos levantamos y nos duchamos uno primero y luego el otro, mientras observábamos como nos lavábamos. Después se vistió y quedamos para el siguiente día .
Y en ese momento empezó nuestra historia.....
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