aprende con penelope
soy la misma de siempre aunque ya no la de antes...
Mi nombre es Rosa, y esto me sucedió cuando tenía 17 años. En ese momento era una niña muy bonita, tenía cabello castaño, ojos negros, cintura y piernas torneadas debido a las clases de patinaje en las que mi mamá me escribió.
Hablando de mi mamá, Graciela, en ese momento tenía 36 años, una mujer morena, cabello castaño también, ojos claros, senos grandes y cintura y piernas en forma, es una hermosa mujer que cuida su figura en el gimnasio donde todos los días iba hasta 2 horas diarias, esto lo empezó a hacer desde que se divorció de papá y nos dejó a mamá y a mi.
En ese gimnasio conoció a su mejor y más íntima amiga, llamada Noelia, una mujer de 34 años, divorciada quien era muy activa sexualmente y fue quien convenció a mamá de no solo tener sexo con ella sino también involucrarme y hacerme vivir mi primera experiencia sexual que sucedió de la siguiente manera:
Yo llegaba del colegio, en donde estudiaba jornada completa y llegaba ya a principios de la noche, me bañé, me puse una pijama rosadita y me dispuse a cenar, luego cinco minutos después, llegaban mi mamá y su amiga Noelia, las cuales se notaban todavía el brillo en sus pieles por el sudor, a mí me gustaba verlas en sus licras deportivas ya que se veían muy hermosas y sexis, ellas llegaron y se encerraron en el despacho de mi mamá.
Ya habiendo terminado de cenar, subí a mi cuarto, y en el camino como quedaba el despacho de mamá, y lo que escuché me llamó la atención…
— «Gracielita, ese muchacho estaba muy bueno, aproveche y me le fui detrás al baño para verlo desnudo, apenas ví esa polla, entré y tuvimos mucho sexo, tanto así que logré que eyaculara en mis tres hoyos».
— uy Noelia, tu como siempre salvaje.
Luego fui a mi cuarto y me senté en la cama y quedé pensando en lo que dijo Noelia. Después de una hora la curiosidad me ganó y me volví al despacho. Sigilosamente entre abrí la puerta y empecé a observar a mi mamá besando a Noelia, acariciándola quitándole el top de licra mostrando sus grandes tetas rosaditas y con buen pitón, luego empezó a bajar a chupárselas, luego mamá se separó y le dijo ya vengo.
En ese momento quise irme rápido para mi cuarto pero en ese momento al tocar la puerta hizo un ruido no tan fuerte pero perceptible, y mi mamá me vió, yo apenada bajé la cabeza y atiné a decirle…
— perdón mami, me gano la curiosidad lo siento.
En la mirada de mi mamá ví picardía y me respondió…
— hija, no te preocupes, anda ven y acompáñame…
— Mama me da miedo esto.
— Tranquila hija, Noelia y yo te vamos a tratar muy bien como una princesa.
Acto seguido, mamá me llevo de la mano a su despacho, al entrar encuentro a Noelia desnuda, exhibiendo un piercing en el ombligo, un tatuaje bonito en la parte de la ingle y en su vagina, un vello bien arregladito en forma de v.
Mamá también procedió a desnudarse mostrando unos senos grandes también, pero un poquito más oscuros con un pitón relativamente corto, y su vagina con abundante vello negro, luego mamá me dijo…
— Hija, desnúdate que Noelia quiere ver a lo que le tiene ganas, ella hace tiempo me decía que quería hacerte el amor a ti, así que es el momento de complacerla.
No tuve más remedio que hacerlo, aunque con miedo, me quite mi pijama y mis braguitas, quedando desnuda, con unos senitos relativamente pequeños, y mi vagina por obvias razones no era velluda, a Noelia la observé cómo escurría baba al verme y al principio me acarició el cabello, al principio me sentí incomoda pero me empezaba a gustar, luego me empezó a besar, su boca tenía un sabor saladito, y Noelia me dijo…
— Este es el mejor día, tres horas después de follar y beberme una buena dosis de semen voy a poseer a la niña mas linda que haya visto.
No entendía nada, pero ese sabor me gustaba, y Noelia me empezaba a besar mejor tanto que ya me deje llevar, después sentí a mi mamá detrás mío besando mi cuello, luego mi espalda, tenía una gran sensación, hasta me daba mordiscos en mi culito, y eso en vez de dolerme sentía una sensación extraña, de que quería más, luego entre Noelia y mi mamá me subieron al escritorio y me acostaron y cada una me chupaba una tetica, empecé a respirar pesadamente, sentía que mi cuerpo se alivianaba como que se iba, empecé inconscientemente a dar gemidos, Noelia y mamá sonreían pícaramente al verme ya dispuesta a ser devorada por ellas dos, luego Noelia, tomando ventaja bajo a mi vagina y la empezó a acariciar, fue una sensación increíble, sentía miedo pero a la vez me encantaba.
Por su parte mamá puso sus senos a la altura de mi boca, y por instinto empecé a chuparlos, mamá gemía al ver mi boquita pegada a esos senos grandes, Noelia aprovecho mi distracción en ese momento y empezó a chupar mi vagina, mientras lo hacía me metía un dedo lentamente, primero sentí un escozor, pero luego me acostumbré a qué me metieran el dedito, suavemente Noelia empezó a masturbarme mientras se comía mi vagina, yo soltaba las tetas de mi mamá para gemir, esto era algo que nunca había sentido, tanto así que entre más movía el dedo Noelia más quería que siguiera haciéndolo…
— Noelia, sigue así por favor, dame más.
Noelia me hizo caso y empezó a bombear y mientras yo gemía mamá me acariciaba y besaba el cuello y la boca, tal fue así el bombeo que llegó un momento en que sentí que estaba orinando y me desgonce…
— Uy Rosita que rico.
Decía Noelia mientras se tomaba el líquido que salía de mi vagina…
— Estas muy deliciosa bebé ahora tienes que complacernos a tu mamá y a mi, pero quiero que complazcas a tu mami porque después vas a ser toda mía.
En el acto, mi mamá me ordenó arrodillarme mientras ella se sentaba en su escritorio, cuando lo hice, ella en el acto abrió sus piernas mostrándome su vagina velluda, y agarrándome la cabeza me llevo hacia ella, al principio no quería probarla me sentía mal y asqueada, pero por el olor me sentí atraída, saqué mi lengua y empecé a lamer, Noelia se sentó en otra silla a observar como le daba placer a mi mamá.
Mi mamá al sentir mi lengua en su vagina, empezó a emanar jugos de su vagina y también a respirar pesado y mover su pelvis, yo ya no lamía sino chupaba la vagina de mi mamá, mientras ella me cogía la cabeza y más la pegaba a su vagina, yo me sentía rara ya que me gustaba esto pero se sentía raro que fuera mi propia madre quien me hiciera esto, luego seguía chupando y mi mamá moviéndose y gimiendo tan fuerte, que sentí una descarga de líquido pasar por mi boca, mi madre había tenido su orgasmo y yo estaba ahí dispuesta a tomármelo todo.
Después de esto, mi mamá me levanto y me besó en la boca y me dijo…
— Gracias hija, tú me diste un placer que hace mucho no tenía en mi vida. Me voy a dormir quedas con Noelia. Adiós Noelia…
— Adiós Graciela.
Y después de mamá salir del despacho hacia su habitación, Noelia agarro mi mano y me llevo hacia mi habitación, allí Noelia me hizo arrodillar nuevamente, pero ella, a diferencia de mamá, se quedó de pie, y mostrándome su imponente culo me dijo…
— Rosita, he visto que tienes una lengua muy rica, pero quiero sentirla, pero primero tiene que ser por acá…
— Pero Noelia, eso es para hacer popó.
— Tranquila que yo se que te va a gustar.
Después, en medio de mi asco y mi curiosidad, decidí meter mi lengua en el hoyo de atrás de Noelia, era negro y con unos vellos alrededor, cuando pase la lengua, sentí el mismo sabor que cuando la bese en la boca, así que me tome más confianza y le empecé a pasar la lengua, Noelia, respiraba pesadamente y empezaba a gemir, en un momento dado, me hizo levantar a chuparle sus tetas, lo hice y me encantaron también, Noelia gemía y respiraba pesadamente con el paso de mi lengua, luego ella se acostó en mi cama con las piernas abiertas, yo me arrodille y empecé a besarle su ombligo, ella seguía gimiendo, luego baje inmediatamente a su vagina, y empecé primero a lamerla, luego de gustarme su sabor empecé a chuparla como si fuera un helado.
Noelia gemía desesperadamente, movía su pelvis y me agarraba del cabello para pegar más mi cabeza a su vagina, fue tal el movimiento de su pelvis y mi lengua que sentí otra vez una descarga de líquido en mi boca, cuando abrí los ojos me di cuenta que su vagina tenía restos de líquido blanco a lo que le pregunté y me dijo…
— Eso es restos de semen de un amigo con quién estuve y pues tuviste el privilegio de tomar un poquito con mi corrida, ahora, mi vagina me la debes dejar limpia.
Al instante pase mi lengua y me bebí todo lo que quedó en la vagina de Noelia hasta que quedó seca…
— Eres una niña muy bonita y también muy rica, me encantó todo gracias. Y ella me dio un beso en la frente, me acosté a dormir con ella al lado mío.
Al día siguiente me desperté y Noelia ya no estaba a mi lado, mamá también se había ido, y al reflexionar y pensar esto y al ver que me quedo gustando me volví lesbiana y prepago, todos los días me vendía a señoras a las que yo pudiera darles placer, ahora a mis 36 estoy con mi pareja de 42 años pero también me vendo a señoras que estén dispuestas a ser complacidas por mi lengua.
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