aprende con penelope

Woman Penelope 

reflexiones 

Desde mi experiencia, creo que nos cegamos, no queremos ver, no queremos reconocer que nos hemos equivocado, insistimos en mejorar la relación y nos hacemos culpables de lo que pasa a nuestro alrededor. 

 

Hay señales que nos dicen claramente que nos apartemos, que salgamos corriendo pero que es lo que nos empuja a quedarnos. 

 

Mi ex pareja me follaba antes de salir con alguna amiga, aunque fuera a tomar café, por si acaso conocía a alguien interesante y no tuviera ninguna debilidad. En lugar de pensar en que me manipulaba y me trataba como a un objeto de su propiedad, me sentía halagada e importante para el. Nunca se me ocurrió pensar, que lo hacía por su inseguridad, por sentirse inferior, pero porque este tipo de personas no se preocupan por mejorar, en lugar de apartarnos poco a poco de la vida social y incluso familiar ...

 

Tampoco se esforzaba por dejarme satisfecha sexualmente, seguía un patrón, tenía una polla más bien larga, debía tener unos veinte o veintidós centímetros  pero no muy gorda, unos tres centímetros. Yo siempre pensé que no era importante el tamaño pero él se sentía un macho alfa con su arma y ahora se que era muy básico. No perdía tiempo en preliminares, ni caricias, ni besos, se bajaba los pantalones y calzoncillos.... ahora recordando, nunca vi que la polla le llegara al ombligo, más bien me apuntaba, como que no tenía fuerza para levantarla. 

 

Hacía que me quitara el tanga y me tumbara en la cama, me abría de piernas y con la mano se ayudaba para meterme la polla en el coño, empujaba y empujaba pero costaba que entrara, yo estaba seca y me dolía, pero él no hacía caso y seguía empujando... empezaba a temblar, notaba que estaba excitado, se ponía tenso y sudaba mucho, a veces me caían sus gotas de sudor en la cara. Ufff... No había cosa que me molestara más y él hacía que me cayeran encima y así se reía al ver mi reacción. 

 

Me mentalizaba pensando en actores que me gustarán, en vecinos o conocidos que llamarán mi atención para excitarme y algunas veces lo conseguía, entonces empezaba a moverme con el cosquilleo de su polla, se me erizaban los pezones. Me ponía cachonda perdida y me movía al ritmo de él, cuando me dejaba, me ponía sobre él y le follaba. Jugaba con su polla y mi coño con fuerza como castigándole, pero duraba poco, cuando estaba a punto de correrse me forzaba dándome la vuelta, tumbándome en la cama y se ponía de nuevo sobre mi.

 

Entonces empujaba fuerte, muy fuerte con su polla mi vagina y en unos tres o cuatro embestidas se corria dentro de mi, como dejando huella. Yo me quedaba desanimada, desilusionada, vamos mal follada como se suele decir. Al principio le engañaba para que no se sintiera mal y le mentía diciendo que me había corrido bien, porque siempre preguntaba que tal había estado su actuación pero después, con el tiempo le hacía saber lo insatisfecha que estaba.

 

Era como una venganza por todo lo que me hacía y yo no sabía que era... después me dolían los ovarios, tardaba unos días en que desaparecieran las molestias, pero bueno como no follabamos muy a menudo me olvidaba de una vez a otra, así que nunca pensé que fuera debido a que los castigaba sin saberlo.

Hoy se lo peligroso que puede llegar a ser el no cuidar la vagina como es debido para así evitar intervenciones en el futuro. 

Se creen lo más y no se preocupan por mejorar, son vagos y lo mejor es anular todo aquel que les pueda hacer sombra. 

 

Suelen ser personas que se quieren por encima de todo, no dan el cariño o amor que reciben. Admiraba la capacidad que yo tenía para trabajar fuera de casa, dentro de ella, el buen humor, la facilidad para hacer amigos pero al mismo tiempo le molestaba, no quería que trabajara, quería independizarme y tener mi propio negocio pero no quería al mismo tiempo. Si no estaba el presente, me lo quitaba de la cabeza. 

 

Era celoso, cuando hablaba con algún compañero de trabajo, con los vecinos, les buscaba todos los defectos del mundo. Cuando me vestía algo llamativa, me hacía sentir incómoda para que me cambiara de ropa, nunca valoraba mis logros, solo el dinero que ganaba pero que controlaba con que lo gastaba para así el tener más tiempo para estar en el sofá tumbado....

 

Amenazas con hablar con mi familia y a saber que cosas se inventaría, con formar un escándalo y llamar a la policia, con que se suicidaria si le dejaba y un largo etc... que hizo que poco a poco tuviera miedos y dudara de mí misma. Creí que no sabría sobrevivir sin el, que mi entorno pensaría que era ligera de cascos, porque siempre escondí mi verdadera convivencia con el, que mis hijos me acusarían de mala mujer por abandonar a un buen hombre. Al fin y al cabo la mala convivencia se normaliza, para ellos es normal escuchar gritos e insultos...

 

Se habían cambiado los papeles, era yo la que tenía que dar gracias cada día porque él continuará conmigo. Él me defendía ante cualquier peligro que pudiera surgir y así poco a poco y sin darme cuenta, sin ser consciente de la realidad, transcurrieron dieciocho largos años. 

 

Durante todo ese tiempo intenté en diferentes ocasiones marcharme, que se apartara de mi lado, pero era un excelente actor, sabía dónde tocar mi parte más humana y delicada, mi corazón y me convencía de que estaba equivocada..., ese hombre me quería, era yo la que no estaba bien, la que hacía cosas para que él se enfadara conmigo cada día y merecía todos esos insultos que me dedicaba cada día, era por mi bien, tenía que conseguir que reaccionara. 

 

Pero había algo en mi cabeza que me decía, que algo no encajaba. No era feliz, cada día reía menos, perdí las ganas de salir, de arreglarme, no tenía ilusiones ni metas propias. Entonces, que era lo que me pasaba?

 

Trabajo realizado febrero2021womanpenelope

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