aprende con penelope

Woman Penelope 

experiencias basadas en hechos reales

siempre habrá alguien que dude de ti, solo asegurate de que esa persona no seas tu    

EnglishFrenchGermanItalianPortugueseRussianSpanish

Una noche de chicas

 

 

Una noche organice una cena de chicas en mi casa, íbamos a ser nueve en un principio, pero al finas solo quedamos cuatro. Yo había preparado comida y bebida para todas, así que tuve comida para más de una semana, que guarde en el congelador. 

 

Llegaron mis amigas y tomamos un aperitivo y cenamos, teníamos música de fondo, la conversación era divertida y con el vino empezamos a gastar bromas. 

 

Despues de cenar seguimos bebiendo champán, y tomamos unas rayitas y empezamos a bailar muy animadas. Fuimos pasando a las habitaciones y nos pusimos unas camisolas porque íbamos a dormir todas juntas. 

 

Con el baile y todo lo demás, el calor era tremendo, mientras bailábamos algunas empezaron a levantarse las camisetas, mostrando sus tetas, otras el tanga y una su coño, ya que no llevaba tanga. 

 

Me llamaba mucho ver los pechos grandes de mis amigas porque los míos son pequeños, el caso es que empezamos a tocarnos las tetas jugando, entre risas nos pusimos cachondas, que terminamos besándonos. 

 

Fui a mi dormitorio y saqué mi caja con un surtido juguetes sexuales que tenía, fue muy divertido, empezamos a reír y a decir tonterías y acabamos cada una con un vibrador, nos los íbamos pasando de una a la otra y metiéndonos en la vagina, probamos todos los vibradores, que tenía como cinco, de diferentes tamaños. 

 

El juego nos llevó a estar totalmente cachondas, dos de mis amigas empezaron a meterse mano, se metían los dedos en el coño, besaban sus tetas, que esto nos hizo estar tan calientes, que terminamos las cuatro compartiendo los juegos, yo le metí un vibrador a una, la otra me chupaba el coño.

 

En el suelo, encima de moqueta, no nos movimos de esas posiciones, tumbadas chupando vaginas, rozándonos entre nosotras jugando con los dedos, mordiscos en los pezones, en clitoris y ambiente, rozo la lujuria a su grado máximo.

 

Fue tremendo, los orgamos se sucedían sin control y terminamos mezclándonos todas, rozando nuestros coños, chupando y metiendo los vibradores por todas partes.

 

Fue una noche especial, inolvidable y de sueño. Después de aquel día lo repetimos más veces porque fue una experiencia maravillosa. Fue una noche tremenda de orgasmos.

 

 

marzo2024@womanpenelope.es