aprende con penelope

Woman Penelope 

experiencias basadas en hechos reales

disfruta de las pequeñas cosas de la vida, porque mañana te darás cuenta de que eran las mas grandes

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cena de Gala

 

Una noche Frank y yo estábamos invitados a una Cena de gala en el que actuaba un grupo musical, compartíamos mesa con otras 10 personas mas, en nuestra mesa éramos todos pareja y hablábamos y comentábamos cosas cotidianas, pero si que notaba que el resto de las personas que estaban en la misma mesa, miraban mucho a Frank y reían, no le di importancia. 

 

Para la ocasión me puse un vestido largo negro, con un gran escote de frente y otro más pronunciado en la espalda. Estaba muy atractiva según Frank.

 

Todo empezó de camino donde se celebraba la fiesta, en el coche Frank comenzó a ponerse cachondo a consecuencia de mi vestido, de partes que dejaba entrever y tal fue su insistencia, que casi me obligo a despojarme de mis bragas.

 

Pensé....y porque no, así llegamos a la fiesta tranquilos y relajados. En el coche mismo, me senté sobre su polla y le folle. Fue rápido, un polvo sin más. Nos limpiamos con toallitas y continuamos el camino. Olvide ponerme el tanga. 

 

Durante la cena todo fue bien, después había baile pero yo no soy muy bailarina y no me gusta, pero Frank no paro de bailar con distintas mujeres, sonreía y se le veía feliz.

 

Me dejó bastante rato sola pero no le di mayor importancia.

 

Después de la fiesta Frank había bebido algo mas de la cuenta y nos dispusimos a marcharnos, le dije que conducía yo, era lo mejor.

Antes fui al baño a ponerme las bragas por si acaso pasaba algo y de repente la puerta del baño se abrió de golpe, era Frank, no entendía que hacía allí.

 

Sin mediar palabra, se abalanzó sobre mi, queriéndome besar, me metió mano y quería que follaramos allí mismo. Me opuse totalmente y me dio un empujón. Quise creer que había sido a consecuencia del alcohol.

 

Le esquive y salí de allí corriendo y fui a buscar el coche. Pare en la puerta del restaurante y subió al coche sin mediar palabra, al minuto estaba dormido.

 

Conduje seria, pensativa por lo ocurrido, tenía mis dudas de si era realmente el hombre que yo pensaba. Debía hablarlo con él y aclarar las cosas.

 

Al llegar a Casa se despertó, le ayude a subir en el ascensor. Parecía que se había despejado, yo necesitaba un baño relajante y pensar.

 

Entramos en la habitación y nos pusimos a quitarnos la ropa, y como tan solo llevaba el vestido enseguida cayo al suelo, recogí la ropa y me fui al baño.

 

No se si pasaron 5 o 10 minutos, cuando entro, me cogió del brazo y me llevo a la cama. Estaba desnudo y quería meterla por todos los lados.

 

No supe que hacer y me deje llevar, la expresión de su cara me intimidaba y no sabía la reacción que podía tener si me negaba.

 

Me sentó en la cama y me puso la polla en la boca sin apenas abrirla, y al negarme y decirle que no, que no era momento, que no me gustaba esa actitud, me levanto y me dio dos bofetones en la cara.

 

Me agarro, me dio la vuelta y me la metió por el culo. Me hizo muchísimo daño y empecé a llorar, a pedirle que me dejara, entonces empezó a golpearme para que no gritara, ni llorara y no me moviera. 

 

Al cabo de un rato la saco y sin poder defenderme, me la metió por delante, no podía hacer nada estaba indefensa ante él 

Cuando estaba a punto y se iba a correr, se sujetó la polla con la mano y me la quiso meter en la boca y ahí dije que no, que eso no porque estaba sucia de el culo, me pego un puñetazo y se corrio en mi cara.

 

Sali corriendo al baño y cerré la puerta con pestillo.

 

No se el tiempo que paso, pero me dormí en el suelo del baño. Me desperté porque llamaban a la puerta del baño, oí como  lloraba pidiendo perdón. Gemma, gritaba ... perdón, perdón, perdón.

 

 Abrí la puerta y le insulte, le grite y quise golpearle, pero me cogió de las manos y volvió a pegarme. Y como no, volvió a violarme de la manera mas asquerosa que existe. Follandome el culo y eyaculando dentro.

 

Fueron tales dolores, que cuando al día siguiente se marcho a trabajar, fui al médico y le conté todo,  rápidamente me llevo a una sala y me puso cuatro puntos de sutura.

 

Encima lanzo una broma de que vaya negro la había metido para rasgar el culo.

 

Después de esto y bajo amenazas le coji miedo y me adapte a el. Y ahí fue mi error. Me empezó a hacer cosas que le gustaban, y me iba convirtiendo en una esclava sexual.

 

Me compartía con otras mujeres, con hombres, pero sin que ninguno de ellos me la metiera, solo me chupaban, tocaban y se hacían masturbaciones que luego eyaculaban encima de mí. 

 

Tenía adicción hacia él , hacía esas cosas y no sabia si por miedo o porque me gustaba.


                            

 

febrero2024@womanpenelope.es