aprende con penelope

Woman Penelope 

experiencias basadas en hechos reales

No  te imaginas lo bella que puede llegar a ser la vida, cuando te levantas con ganas de vivir           

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susana no puede vivir sin leche de almendra

 

Era un sábado por la tarde como cualquier otro fin de semana había quedado en pasar por mi novia a su casa y hacer el tonto mientras decidíamos que hacer mas tarde en la noche.

Alrededor de las 5 P.M fue cuando llegue a la casa de mi novia, apenas toque la puerta me recibió mi suegra, Susana. Susana es una mujer espectacular con curvas en los lugares correctos, no es muy alta alrededor de 1.65 metros, pero tiene unas tetas enormes las cuales se ven aun mejor con su piel clara, en ocasiones su ropa deja ver su areola y pezones los cuales tienen un color rosita, y como olvidar ese trasero que a más de uno le gustaría montar en resumen una hembra en toda la palabra.

Susana abrió la puerta y en cuanto me vio me saludo con un  beso y me abrazo haciendo que sus tetas chocaran con mi pecho y sintiera su calor.

 

(Susana) – Alberto que gusto verte, pasa y ponte cómodo. Laura no debe de tardar en bajar ya sabes como es ella siempre se tarda más de la cuenta.

(Alberto) – Gracias, señora siempre me recibe de buenas. ¿A donde va con tanta prisa y tan guapa?

 

Susana iba vestida con una blusa azul escotada que dejaba muy poco a la imaginación, se podía ver la figura completa de sus tetas y sus pezones marcados en la blusa y si prestabas suficiente atención podías ver un poco de su rosa aureola escapándose, en la parte de abajo llevaba puesto unos leggins negros los cuales dejaban ver toda la figura de sus caderas, nalgas y su vagina.

 

(Susana) – Siempre tan elocuente Alberto, gracias por lo de guapa. Voy camino al super mercado sabes que me encanta hacer las compras los sábados por las tardes y por supuesto sabes que no puedo vivir sin mi leche de almendras. Te dejo Alberto que se me hace tarde y no me gusta volver tan noche a la casa.

 

Pase a la casa y solo pude ver como el culo de mi suegra salía por esa puerta antes de cerrarse, tome un momento para respirar ya que mi polla estaba empezando a ponerse dura. Continue al cuarto de mi novia, Laura. Mientras pasaba por la sala me saludo su padre, Gustavo, el cual estaba sentado viendo televisión.

 

(Gustavo) – Hola, Alberto. Pasa que tu eres bienvenido en esta casa, si gustas toma una cerveza del refrigerador, aunque no hay mucho de comer, Susana acaba de ir al mandado y no tarda en volver.

(Alberto) – Gracias, por el momento tendré que rechazar la cerveza voy a ver que plan ha hecho Laura para esta noche antes de que se enfade.

(Gusto) – Claro, Alberto ya sabes como son las mujeres no hay que hacerlas esperar.

Subí al segundo piso donde se encuentra el cuarto de Laura, en cuanto entre ella aún seguía en pijama y desarreglada

(Alberto) – ¿Tu qué haces así? ¿Qué no íbamos a salir y dar la vuelta?

(Laura) – La verdad que con este calor no me dan ganas ni de salir, mejor quedemos en mi cuarto a ver una peli igual y ya se nos ocurrirá en que entretenernos.

(Alberto) – Me parece perfecto igual y con esa boquita siempre encuentro como entretenerme.

 

Laura con 25 años iba tomando el cuerpo de su madre sin embargo aun le faltaba mucho por alcanzar aquellas proporciones, Laura tenia unas tetas grandes y firmes, pero mucho mas pequeñas que su madre al igual que su trasero era firme y bien trabajado un culo que cualquiera quisiera partir en dos. En mi preferencia siempre me he decantado más por la mujer voluptuosas y con Laura me saque la lotería ya que tarde que temprano estaría en las mismas que su madre.

Pronto nos pusimos cómodos a ver una película a la cual no le estábamos prestando nada de atención ya que estábamos besándonos y agarrando todo, ella sola saco mi polla y la empezó a sobar mientras le daba besitos en la puntita y pasar su lengua desde la cabeza hasta mis bolas.

 

(Laura) – Me encanta chuparte tu verga y tus huevos llenos de leche, y yo mas que lista para tomármela todita mi amor.

(Alberto) – No te preocupes amor que si sigues así te voy a llenar tu cara y la boquita de mi leche.

De pronto, Laura sin avisar se quita de mi verga.

(Laura) – Si vas a querer coger mejor ve de una por condones, los anteriores se han acabado después de la ultima cogida que me diste.

(Alberto) – Estaba a punto de darte la leche en la boca, como me vas a dejar así.

(Laura) – Lo mejor es que vayas de una vez así no tenemos interrupciones y de pasada te traes una botana, ve al supermercado así le das un aventón a mi mamá de vuelta.

(Alberto) – Vale, pero en cuanto vuelva me vas a tener que compensar con tu culito, así que ve preparándote que te lo voy a dejar bien abierto.

                                                                     

Un poco enojado y con los huevos a punto de explotar salí corriendo a mi auto, pasando por la sala noté que su padre estaba dormido y me parecía un poco extraño que pasando 35 minutos su madre no hubiera vuelto del super mercado, mismo que no estaba a mas de 5 minutos de la casa.

De cualquier forma, Salí de la casa y me subí al auto, empecé a conducir y para mi sorpresa veo el auto de Susana estacionado a tres cuadras antes de llegar al super.                                     

 

(Alberto) – Supongo que Susana vino con alguna amiga antes de ir al supermercado y se ha quedado platicando, lo mejor será llegar y avisarle por si quiere acompañarme o yo traigo todo el mandado

 

Bajé de mi auto y me dirigí a la casa donde estaba estacionado el auto. Justo antes de tocar pude notar que la ventana que daba a la sala estaba abierta por lo que decidí echar un vistazo solo para verificar que Susana estuviera ahí.

Para mi sorpresa en cuanto me asome por la pequeña ventana vi a Susana de rodillas, desnuda y con la cara y tetas llenas de semen, por si no fuera poco había un total de 10 hombres junto a ella. Algunos a su alrededor y otros en el sofá con la polla flácida.

No me podía creer que la mujer que la madre de mi novia, una esposa y ama de casa estaba frente a mi cubierta de leche.

Aún pegado a la ventana seguía sin poder creer lo que estaba viendo, el cuerpo perfecto de mi suegra cubierto de semen. Ella arrodillada frente a mas de 10 pollas y con sus manos esparcía la leche por sus pechos, su cara y lo que podía recolectar lo llevaba a su boca para dar sorbos a esa espesa leche.

Me pegué lo más que pude a la ventana para poder escuchar un poco de la conversación que tenía con los hombres.

 

(Susana) – Pero miren como me han dejado las tetas y la cara, toda llena de su rica lechita mis amores, puedo ver que se la estaban guardando para mí, estaba muy espesa y sabrosa.

(Macho) – Ya sabes que toda mi leche es tuya, pero mira que nos tuviste una semana sin saber de ti y ya tenia mis huevos a punto de explotar.

(Susana) – Lo sé mis amores y les pido una disculpa, el idiota de mi marido estuvo toda la semana en la casa y no podía escaparme en lo absoluto. Por cierto, mira la hora ya tengo que irme así que por favor denme toda la leche que aun tienen guardada para irme feliz.

 

Todos procedieron a ponerse de pie y rodearon a Susana para darle su buena ración de leche, sin pensarlo decidí sacar mi celular y empezar a grabar por la pequeña ventana todo lo que estaba pasando.

 

(Macho) – Abre tu boquita que aquí viene toda mi leche y mas vale que te la tragues toda zorrita.

(Susana) – ¡Siiii! Denle toda su leche a esta esposa infiel, mi boca, mis tetas y mi vagina piden a gritos por semen fresco.

 

Todos los hombres empezaron a hacer ruidos donde estaban a punto de venirse y sin previo aviso pude ver como salían los primeros chorros de leche, los cuales caían por toda su cara y boca. Susana se dedicaba a abrir la boca y sacar su lengua para recolectar la mayor cantidad de leche posible mientras jugaba con sus tetas.

 

Fueron varios minutos de ver como chorros y chorros de esperma caían por el cuerpo de Susana, hasta que quedo cubierta de pies a cabeza y con la boca llena. Una vez tenía todo lo que quería procedió a enseñarle a sus machos su boca llena de leche y hacer gárgaras, para después con un movimiento tragar toda la leche que había en su boca

 

(Susana) ¡Glup! Gracias por toda esa lechita, pero miren la hora tengo que irme antes de que el pendejo de mi marido llame a mi celular, pero nos vemos pronto para que me den más raciones.

 

De pronto todos empezaron a levantarse y vestirse, supongo que la reunión había concluido. Para mi sorpresa Susana no se limpio con agua o toallas, simplemente se restregó el semen por todo su cuerpo y el exceso procedía a recolectarlo y meterlo a su boca.

Al ver que todos estaban listos para salir me di prisa a el auto con mi polla durísima y con el mejor video porno de la historia en mi celular.

 

No pasaron unos cuantos minutos cuando Susana salió de esa casa y subió a su auto con una seguridad y una sonrisa de mejilla a mejilla. No podía creer lo que había visto pero en mi celular estaba las pruebas de que esto no era un sueño.

Tomé unos segundos para tomar el aire y esperar a que mi suegra diera marcha al auto, en cuanto Susana encendió su auto y dio vuelta decidí llamarla.

 

(Alberto) – Hola, Susana ¿Como vas con las compras? Tu hija me envió al supermercado y quería saber si ya venias de vuelta o si aún te alcanzo para ayudarte a subir el mandado.

(Susana) – Alberto, no te preocupes me quede platicando con una amiga y me invito a tomar un café, apenas vengo saliendo de su casa ¿Podrías hacerme el favor de tu ir por el mandado y te pago cuando vuelvas a la casa?

(Alberto) – Claro, cuenta con ello. Mándame la lista por mensaje y te veo en la casa para que me ayudes a bajar el mandado. Espero hayas disfrutado de tu café se que te gusta mucho con leche de almendra.

(Susana) – Tu sabes que a mi la leche me encanta y si es en mi café aún más.

 

Esa contestación me puso los pelos de punta y no dejaba de recordar como tragaba toda esa leche, y ella por supuesto aun jugando con su faceta de zorrita.

 

(Alberto) – Lo sé, tú puedes tomar 3 litros de leche de almendra diario sin problema, te dejo y te veo en la casa entonces.

(Susana) – Gracias, Alberto. Eres un amor, no cabe duda de que mi hija se gano la lotería contigo, vete con mucho cuidado.

 

Durante el transcurso al supermercado y la compra de la despensa no podía quitarme de la cabeza a mi suegra, ver su cuerpo de esa forma y recordarlo hacia que mi polla se pusiera dura en un segundo. En mi mente formulaba planes y maneras de hacer que mi suegra hiciera lo mismo conmigo y tenia todas las herramientas para lograrlo.

Había terminado de hacer las compras y me dirigía a mi auto cuando recibo un mensaje de mi novia.

 

(Laura) – Amor, mi madre llego a casa y me contó que te ofreciste a ir por las compras tu solo, aquí te espero que tengo ganas de que me llenes de leche.

(Alberto) – No fue nada, llego en un momento con las compras y con la polla a punto de explotar así que prepárate.

Me respondió con una foto de ella con su madre en la cocina y una nota de audio.

 

En la foto se podía ver perfectamente la cara de mi novia mirando de frente al móvil y su mama en el fondo cocinando con esos leggins negros pegados que hacían que a más de uno se le pusiera tiesa la polla. Procedí a escuchar la nota de voz.

 

(Laura) – Amor, mi madre se puso a cocinar un poco de carne para mi padre, dice que si puedes darte prisa con el mandado ya que necesita algunos ingredientes de la lista.

(Susana) – Venga, Laura que yo no he dicho eso. Alberto tomate tu tiempo y aquí te esperamos para preparar la cena.

 

Me di prisa en echar todo al auto y manejé rápido a la casa de mi novia. En cuanto llegue me recibieron ambas y mi suegro para ayudarme a bajar el mandado. Perdimos un par de minutos hablando un tiempo en la sala cuando Laura me dijo al oído.

 

(Laura) – Voy a subir a mi habitación te espero desnuda y lista para recibir tu polla que me muero de ganas, espero no hayas olvidado los condones.

 

Después de traer todo el día la polla a punto de explotar, esperé un par de minutos a que mi novia subiera y procedí a seguirla listo para darle toda mi leche.

Abrí la puerta y pude ver como mi novia estaba de rodillas desnuda y con una mirada tan caliente que no espere ni un segundo y me desvestí al instante y me acerque a ella.

 

(Alberto) – Ahora si putita, me has dejado caliente antes y con las bolas llenas de leche. Ahora no te salvas así que métela todita en tu boca.

 

Mi polla estaba a centímetros de su boca, dura, venosa y chorreando pre-semen.

 

(Laura) – Justo como me gusta con la polla dura y jugosa.

 

Laura empezó a darle besos a mi verga sobre la punta despacio y lento, podía ver como sus labios formaban hilos con su saliva y mi líquido, no tardo mucho tiempo en sacar su lengua y dar lengüetazos de arriba abajo. Pasaba su lengua por toda mi polla hasta llegar a mis huevos llenos de leche.

 

(Alberto) – Mi vida que rico se siente tu lengua y tus labios, pero es hora de que la sientas en tu garganta así que abre tu boquita.

 

Como una niña obediente abrió su boca y procedió a meter en su garganta mis 20 centímetros de polla, cosa que no me sorprendía ella practicaba todos los días y era adicta a hacerme sexo oral en cada oportunidad que teníamos.

El sonido que salía de su boca atragantándose con mi verga y su saliva al igual que la sensación tan caliente sobre mi polla hacían que mi verga se pusiera durísima y con la leche a punto de salir.

 

(Alberto) – Aquí viene tu lechita así que abre tu boquita que te la voy a echar en toda tu cara y boca.

(Laura) – ¡Siiii! Dame toda tu lechita que desde la tarde quiero tragármela toda.

 

Saque mi polla de su boca y ella siguiendo mis ordenes abrió su boca y saco su lengua mientras me pedía leche.

No podía contenerme más y sentía como toda la leche se iba acumulando y estaba a punto de salir y venirme como nunca lo había hecho.

 

(Alberto) – No aguanto más putita, aquí te viene toda.

 

Antes de que saliera el primer chorro de semen, la puerta de la habitación se abrió, al parecer de lo caliente que estaba olvide poner con seguro.

 

(Susana) – Chicos voy a pedir una pizza, no gustan que pida una para ustedes tamb.

 

Susana no fue capaz de completar la oración, ya que para su sorpresa en cuanto entro tenia frente a ella la cara de su hija recibiendo chorros y chorros de leche caliente.

 

Yo aún seguía viniéndome y no escuche ni una palabra de lo que Susana dijo mientras tenia el mejor orgasmo de mi vida y sacando toda la calentura que venia acumulando desde la tarde, imaginándome que le estaba dando toda mi leche a mi suegra.

Laura empezó a gritar sorprendida sin dejar de recibir los espesos chorros de leche en su piel.

 

 

noviembre2023@womanpenelope.es