aprende con penelope

Woman Penelope 

experiencias basadas en hechos reales

no necesitas mas tiempo, necesitas el valor para dedicar el que tienes a lo que realmente quieres

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jamás había tenido nada con otra mujer

 

Tengo 19 años y mi nombre es Jennifer, siempre me habían atraído un poco las mujeres, pero jamás había hecho nada con otra mujer, simplemente admiraba su belleza.

 

Me describiré un poco, no soy muy alta mido 1.50 cm., de tez blanca y ojos verdes, mi cabello es negro, lacio, no lo llevo muy largo, apenas me llega a los hombros. Tengo grandes pechos, al menos es lo que muchos de mis novios me han dicho, soy copa C; de complexión
no soy muy delgada pero tampoco estoy llenita, digamos que estoy normal.

 

Todo ocurrió un día que estaban haciendo reformas en casa, el cuarto de mi hermana estaba en obra así que la habían mandado a dormir a mi cuarto, le dije que podía dormir en el suelo, si no quería dormir conmigo. Mi cama era grande y no habría problema por el espacio.

Ella es muy parecida físicamente a mí, solo que ella es más delgada y el cuerpo un poco más fino, con pechos algo más pequeños que yo, pero con una cintura envidiable, su pelo es ondulado y largo, se llama Ivette y tiene 23 años.

 

La primera noche todo pasó muy normal, ella durmió en su lado y yo el mío, por razones que aun no comprendía, yo estaba nerviosa pero hice caso omiso de eso. Por la mañana noté como mi hermana despertaba, yo ya estaba despierta y la miraba con un ojo abierto sin que ella lo notase, se levantó y acto seguido se quitó el camisón, dejando que resbalara por sus pequeños pechos, me fijé que llevaba un pequeño tanga bastante ajustado y sexy. Cogió una toalla y salió de mi habitación.

 

Como si ella siguiera allí (aunque ya no lo estaba, solo me quede con esa sensación de que me vigilaban) deslicé lentamente mi mano metiéndola en mi tanga para tocar mi vagina y noté que estaba muy mojada. No lo podía creer, me había excitado mi propia hermana, me sentía en shock y mareada, no sabía que pensar…

 

Tal vez me atraían algunas mujeres, pero jamás me había excitado ninguna y mucho menos mi hermana, estaba empezando a dudar de mi orientación.

 

Mis dudas y confusiones pronto se transformaron en sueño y me volví a quedar dormida, cuando desperté mi hermana se había ido a trabajar al igual que mi padre y mi madre, como yo estaba de vacaciones en la escuela podía quedarme ahí todo el día, así que comencé a hacer mis quehaceres pero por más que me distraía mi mente regresaba a la delgada figura de Ivette en tanga frente a mi…

 

Mi tortura fue a peor cuando recordé que esa noche dormiríamos juntas de nuevo.


Como pude pasé el resto del día distrayéndome con lo que pude y llegó la noche, mientras mis padres veían la televisión en su cuarto., yo leía en la sala, frente a mí en el comedor mi hermana, vestida con un short y una pequeña blusa sin mangas, estaba cenando un plato de cereales.

Yo estaba que me volvía loca, mi mirada se desviaba cada momento hacia ella, y automáticamente mi mente la desnudaba con la mirada, incluso perdí el hilo a mi lectura varias veces y tuve que retroceder incluso algunas hojas, ella lo notó y comentó…

 

—Estas bastante distraída ¿verdad? – dijo sonriendo dulcemente.
—Pues….pues no mucho – balbuceé – En realidad creo que solo tengo sueño.
—En ese caso vámonos a dormir – dijo terminando su cena, guardó todo rápidamente y se fue a las escaleras
– Te veo en el cuarto.

 

No supe si era yo o su voz parecía provocadora, como incitándome o en realidad no sé, mi mente estaba muy confusa. Por un momento no supe que hacer, incluso pensé quedarme ahí en el sillón a dormir, pero recordé que, por la obra, había un agujero en la pared y entraba una gran corriente de aire, me daría frio por la madrugada, así que me arme de valor y me levanté para dirigirme a las escaleras y luego a mi cuarto.

 

Al abrir la puerta estaba todo a oscuras, creí que mi hermana ya estaba dormida, así que no encendí la luz, me senté en la cama, ella estaba del lado de la pared, me quité mis tenis y me dispuse a acostarme, pero la voz de mi hermana me hizo detenerme en seco.

 

— ¿No te cambiaras? – me dijo,

 

yo aun estaba vestida, con la mente perdida, había olvidado ponerme mi pijama.

 

— Ah, es que no quería molestarte con la luz – me excusé
— Creí que ya te habías dormido.
— No, sigo despierta – me dijo
— Vamos cámbiate, espero que no te moleste que esté yo aquí.
— No no, para nada me molestas – dije,

 

pero ya no supe que decir, así que me levanté y cogí el pantalón de pijama de uno de los cajones y me dispuse a salir, cuando ella me detuvo de nuevo con su voz

 

— Cámbiate aquí – me dijo casi casi como una orden
— Somos hermanas, no pasa nada.
— Ok,

 

fue todo lo que pude decir, me quité el pantalón que llevaba y me puse el del pijama, ella me miraba con un ojo abierto (justo como yo la había espiado a ella) Y eso fue todo, no me atreví a quitarme la camiseta frente a ella, el pantalón no fue tanto porque me cubría con la misma camiseta, que me quedaba algo larga.

 

Apagué la luz y me acosté guardando la distancia lo más que pude, creía que pronto mi mente empezaría a dar vueltas y me obligaría a tocarla y a hacerle quien sabe que cosas, pero no fue así el sueño me invadió de repente y me quedé dormida casi de inmediato.

En contraste, toda mi energía sexual se descargó en el sueño que tuve, soñé, como era de esperarse, con Ivette, soñé que la despojaba de sus ropas salvajemente y comenzaba a lamer sus pequeños senos, chupando sus pezones lentamente y mordisqueándolos, luego me sentaba en su cara y ella lamía toda mi vagina y jugueteaba con mi clítoris mientras yo tenía un orgasmo tremendo….

 

Desperté… miré por la ventana y ya había luz, eran las 10 de la mañana, antes de poder reaccionar sentí mi tanga súper empapada en jugos vaginales, me levanté y corrí a uno de mis cajones buscando otro tanga, me quite el que llevaba puesto y me iba a poner el limpio cuándo mi hermana apareció frente a mí, en la puerta. Me miró de la cabeza a los pies y me sonrió…

 

— Así que tuviste sueños locos – me dijo
— ¡No parabas de gemir!
— Egemmm, yo?…

 

no sabía que decir, instintivamente me vestí, sentí claramente que su mirada se desviaba hacia abajo….

 

— No digas nada, hermanita – me dijo mientras se acercaba a mí, yo no sabía qué hacer ¿Acaso seguía soñando?
— ¿No fuiste a trabajar? – pregunté reaccionando y retrocediendo un poco
— Es sábado – dijo ella un poco mas indiferente. Entro más tarde y salgo temprano

 

Yo solo asentí, cogí una toalla y corrí al baño, cerré la puerta con seguro y me metí en la ducha, no me pude contener mas y comencé a masturbarme, con una mano masajeaba mi vagina y con la otra mis pechos y mis pezones que estaban ya muy duros, mientras que mi mente estaba en el sueño que había tenido, en Ivette viéndome mientras me ponía mi tanga, mientras se acercaba y trataba de tocarme…


Y tuve un pequeño orgasmo mientras el agua caliente de la ducha recorría mi cuerpo.

Cuando salí, mi hermana ya se había ido, me vestí y fui a desayunar con mis papas, me comentaron que en unas horas se irían a un evento y no llegarían hasta tarde.

 

Así que unas horas después estaba sola en la casa, me distraje como pude pero esta vez me fue casi imposible, mi mente regresaba a mi sueño que tuve que cada vez le agregaba mas detalles y mas poses…


Acostada en mi cama me desnudé y comencé a masturbarme de nuevo pensando en lo maravilloso que sería tener la lengua de mi hermanita entre mis piernas, seguía tocándome con mis manos mis grandes pechos y deseaba que los mordisqueara mi hermosa hermana y los lamiera…

 

No podía aguantar más, me levanté por un impulso, no iba a ir al baño, en realidad no sabía porque, pero cuando me levanté ahí estaba, como si mi deseo se hubiera cumplido… mi hermana con una falda sexy y un top, me miraba desde el marco de la puerta, una de sus manos tocaba su pecho, por encima de su top.

 

Yo no pude contener mis deseos, y me acerqué y comencé a besarla salvajemente, como en mi sueño comencé a quitarle la ropa, primero el top y luego dejando su sexy sujetador negro a un lado., ella me tocaba con euforia mi espalda, luego bajo sus manos a mi trasero, me separé un poco y baje mis manos a su falda, quitándosela de un tirón, dejándola con su diminuto tanga, ella bajó su rostro hacia mis pechos y comenzó a lamerlos salvajemente, justo como lo había deseado hacía algunos minutos, me sentí en el cielo.

 

Ivette mordisqueaba y lamia mis pechos y mis pezones, jugaba con ellos mientras lentamente nos dirigíamos a mi cama, me sentó empujándome levemente y se agachó mientras me abría las piernas, enseguida metió su lengua en mi vagina y yo empecé a gemir como una loca, ella jugaba con mi clítoris con su lengua y luego lo chupaba todo, tenía una sensación indescriptible, electrizantes olas de placer recorrieron mi cuerpo mientras ella metía y sacaba su lengua…

 

— Me encantan tus gemidos – me dijo. Es justo como gemías anoche y yo me masturbaba a tu lado. ¿acaso soñabas conmigo?
— ¡SI! –grité entre mis gemidos, que por momentos eran más intensos. SOÑE ESTO, TODO ESTO Y MUCHO MAS….
— Ahora ves como tus sueños se quedan cortos, hermanita,

 

dicho esto subió de nuevo a mi cara empujándome hacia atrás recostándome, comenzó a besarme con más pasión que nunca mientras entre su saliva probaba mis propios jugos vaginales, era un sabor delicioso, limpie su lengua y su boca completamente de mis jugos, mientras ella con su mano me masturbaba y con la otra jugueteaba con mis pechos.

 

Yo estaba que no aguantaba, su mano apretaba cada vez mas fuerte mis pechos y su otra mano entraba cada vez más en el interior de mi coño. Cuando estuve segura que ya no había rastro de mis jugos en su boca, me separé un poco y me di la vuelta, poniéndome en cuatro patas, colocando mi trasero en la cara de ella.

 

— Tu boca ya no sabe a mis jugos ¿No quieres más?
— Me encantaría – me dijo,

 

mientras comenzó de nuevo a lamerme el clítoris y a jugar con su lengua dentro de mi vagina, yo con mi mano derecha me tocaba mis pechos y pezones, que no podían estar más duros, estaba cada vez más agitada y gemía más fuerte y más fuerte, pero cuando sentí dos de sus dedos (empapados en lo que serian mis jugos o los de ella, no lo sé) en mi ano…..

 

— puaffffff,

 

un terrible orgasmo liberó más jugos vaginales sobre la boca de Ivette, inundándola, ella los tragó con placer mientras lamiendo todo mi cuerpo llegó de nuevo a mi rostro y me besó de nuevo.

 

La besé un poco más calmada, pero ella seguía agitada y con una actitud un tanto salvaje, así que decidí calmarla un poco, comencé lamiendo su cuello, chupándolo salvajemente, succionando, creándole varios moretones, y con cada uno ella soltaba un leve gemido. Mientras tanto mis manos se entretenían en sus pechos, que pronto atrajeron mi lengua y comencé a lamer, sentí entre mis dientes como sus pezones se endurecían más y más, hasta que llegaron a un punto que no podían hacerse más duros fue cuando empecé a mordisquearlos y mientras mi mano bajó a su tanga (empapada en jugos) y comencé a frotar su coño por fuera, mis dedos se mojaron también y los llevé a mi boca para sentir su sabor…

 

— Rico

 

dije mientras ella soltaba otro gemido un poco más fuerte… seguí comiéndome sus senos mientras mi manó volvía abajo a llenarse de sus jugos, luego volvía a mi boca a limpiar mi mano, no pude contenerme más a su sabor y decidí probarlos directamente.

 

Así que fui bajando por su vientre mientras ella se recostaba y cuando llegué a su ombligo ella arqueó todo su cuerpo en una oleada de placer, una de mis manos seguía aferrada a sus pechos y la otra a los míos, me di cuenta que mi vagina quería de nuevo una lengua ahí metida, pero debía esperar, mi hermanita tenía que gozar primero.

 

Bajé lamiendo todo su cuerpecito hasta llegar a su tanga, que mas mojada no podía estar (¿o tal vez si?) la lamí por afuera y ella gimió terriblemente, sus gemidos eran menos escandalosos que los míos pero aun así se oía que gozaba, la lamí con mas fuerza y cada vez mas rápido, sus jugos eran deliciosos mucho mejores que los míos, así que le quité el tanga para probarlos aún más directamente y ella gimió más fuerte, y aun mas fuerte cuando encontré su clítoris y comencé a devorarlo mientras su gemidos iban en aumento, más jugo salía de esa hermosa cavidad.

 

Cuando me di cuenta yo ya tenía una mano en mi coño y me masturbaba mientras le comía su sexo a mi hermanita. Sentí curiosidad y saqué mi mano para metérsela a ella, mientras seguía lamiendo pude probar mis jugos combinados con los de ella, fue algo delicioso que me puso a cien otra vez, aunque sin darme cuenta mi manó la penetró demasiado y ella gritó dejando fluir un orgasmo en mi boca, lo que me prendió aun más, yo estaba excitadisima otra vez, pero pensaba que mi hermana no quería continuar. Obviamente me equivocaba…

 

— Bésame – dijo y yo obedecí como una autómata

 

La besé salvajemente de nuevo mientras ella tocaba mi trasero y yo el de ella, nos fundimos las dos acostadas una sobre la otra (yo arriba) en un largo beso apasionado, cuando terminó me levanté un poco para poder verla, ella me miró a los ojos y me sonrió pícaramente, su sonrisa daba un claro mensaje…

 

— «quiero más»

 

Acerqué mis senos a su boca para que los lamiera, una vez que jugó con ellos y los empapó en su saliva hice yo lo mismo con sus pequeños pero muy firmes pechos, al estar llenos de saliva los juntamos y los frotamos, mis pechos y los de ella, mis pezones y los de ella, se tocaban, se movían arriba abajo era una sensación que me invadió de placer, era algo que no se como describir con palabras.

Luego nuestros movimientos se hicieron más bruscos y sentí como sus piernas se abrían para atraparme con ellas, pronto sentí su cálido sexo pegado al mío y como empezaba a frotarlo contra el mío, era otra sensación indescriptible…. delicioso.


Nos seguimos besando mientras frotábamos nuestros exquisitos cuerpos uno contra el otro, provocando mas gemidos en mi hermana sofocados por mis besos, pero pronto mi lujuria me exigía más, mi sexo demandaba una lengua ahí dentro y no había ninguna, así que me levante y justo como en mi sueño me senté en su cara y ella sin pensarlo comenzó a lamerme, mientras vi como sus manos iban a su sexo para masturbarse, como pude la detuve y me lancé hacia su coño y comencé a devorarlo, quedamos en posición de 69, las dos lamíamos nuestros coños mutuamente, probando nuestro sabor, gimiendo cada vez mas constantemente hasta que las dos estallamos en un fuerte orgasmo, justo al mismo tiempo.

 

Fue relajador y al mismo tiempo pude descargar toda mi lujuria y mi energía sexual, me sentí aliviada. Bueno casi toda…ella comenzó a lamerme de nuevo pero solo para limpiar mis jugos, así que hice lo mismo, luego nos acostamos y nos fundimos en un gran beso.

— Te amo, hermanita, me dijo entre besos.

 

Le respondí que yo también y nos seguimos besando desnudas con nuestros cuerpos entrelazados, nuestros besos fueron interrumpidos por el teléfono, mi hermana se apresuró a ir a contestar y yo me quedé tendida en la cama, maravillada todavía.

Regreso unos minutos después, aun desnuda se quedó mirándome y sonriéndome desde la puerta.

 

— ¿Qué? – le dije
— Nada, es que eres tan guapa – me dijo
— Jajajaja – me reí – Ya, dime quién era.
— Era papá – dijo acercándose, dándome otro largo beso en los labios, al término agregó
— No podrán llegar hoy… así que tendremos toda la noche…

 

 

octubre2023@womanpenelope.es