aprende con penelope

Woman Penelope 

experiencias basadas en hechos reales

utiliza tu sonrisa para cambiar el mundo, pero no dejes que el mundo cambie tu sonrisa

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El deseo domina el pensamiento racional

 

En toda persona y familia hay secretos, también hay veces que esas personas quiere compartir cosas de su vida que lo llenaron de felicidad, experiencia y lo marcaron para siempre quedando como un lindo secreto. 


Yo soy uno de ellos que no se atreven contarlo de frente, por temor a los comentarios, pero ahora me atrevo a compartir mis secretos. 


Todo comenzó, cuando tenía 14 años, era un chico muy estudioso, dedicado a mis estudios, pero siempre está el amigo o compañero de curso que le abre los ojos en otras cosas. 


Mi único y gran amigo, Eduardo, 2 años mayor que yo, un día, recién habían comenzado a darse a conocer los móviles, ya había DVD, trajo una película pirateada, un día que mis padres y mi hermana mayor no estaban en casa. 


Comenzó la función, era una película porno, era la primera vez que yo veía una, eso fue tan excitante que terminamos pajeandonos. 
Eduardo me preguntó… 

— ¿Carlos, has visto alguna vez a una mujer desnuda? ¿te diste cuenta que tienen un lindo culo y las tetas espectaculares? 
Todavía excitado y a la vez sorprendido por la pregunta, respondí… 


— ¡noo…, jamás he visto una mujer desnuda…es la primera vez…yyy…me gustó mucho…me imaginó que verla en vivo será más excitante. 


— ¡Me extraña amigo, como tú, una persona que vive donde hay dos mujeres mayores jamás has visto una! … ¡me extraña! Me dijo sonriendo a la vez que se acariciaba su pene. 

Yo lo miraba, sin comprender…o no querer darme cuenta lo que me quería decir Eduardo. 
De inmediato continuó … 


— ! Te contaré un secreto, que solo yo lo sé y ahora, tu mi mejor y único amigo se enterará… ¿prométeme que será nuestro secreto hasta la muerte?… me dijo mientras me miraba fijamente a los ojos. 
Luego de un instante, respondí… 


— ¡prometido amigo…prometido! 


— Cada vez que mamá, se ducha, o tiene sexo con papá, yo estoy espiando, sin mentir tiene un hermoso culo y esas grandes tetas, cuando se mueve sobre papá, me quedo hipnotizado mientras mi cuerpo se revienta de caliente. Luego me voy al baño a pajearme…es de locos la sensación que se siente. 


— ¿Y.… tu …no lo has hecho? ¡tienes donde recrear la vista, en 2 mujeres hermosas, tu hermana y tu mamá! Me dijo sin pudor. 


Desde ese día seguimos viendo películas de ese tipo, pero cada vez más atrevidas, él siempre me decía lo mismo de mamá y mi hermana. 


Un día viernes por la noche, en la primavera, estábamos todos en casa, mi madre con papá en su dormitorio, mi hermana estudiaba en su dormitorio, ella tenía 19 años ya universitaria…mientras yo en mi habitación, viendo unas revistas porno con ilustraciones a todo color, con calientes historias, me comenzaba a pajear, eran aproximadamente las 3 de la mañana, cuando sentí unos deseos inmensos de orinar, me levanté rápidamente y salí de mi dormitorio, cuando vi en la puerta del dormitorio de papá una silueta, apagué la luz de mi habitación y me dirigí silenciosamente, cuando me di cuenta de que era mi hermana espiando a mis padres con la puerta entreabierta, dentro se escuchaba a mamá diciendo,… 


— eso mi amor, dámelo todooooo. Me gusta tanto tener eso dentro, dámelo todooooo…aaaaayyyy…aaaaayyyy. Aaaaaayyyy. 


Mientras mi hermana tenía sus manos en su entrepierna con la cabeza apoyada en la pared, decía en silencio…papaaaaa papaaaa…te deseoooooo…aaaaaaa…aaaaaaaayyyy. te deseooooo. 


Cuando ella abrió los ojos, me vio, quiso gritar y tapé su boca, la hice callar…quiso darme explicaciones, pero solo le dije… 


— déjame ver… 

ella se retiró, fue cuando vi a mamá, y su lindo y gran culo moviéndose como una loca, diciendo muchas cosas a papá, y él le preguntaba si le gustaba el sexo, mamá respondía que era lo que más deseaba siempre. 

Después de un rato, mi hermana me preguntó… 

— ¿te gusta el culo de mamá? ¿Verdad que es rico? ¿te gustaría hacerle lo que papá le está haciendo ahora? ¿verdad que sí hermanito? 
Luego añadió… 

— ¡sabes hermano…en este momento me gustaría estar sobre papá. Quiero tener esa lindura de cosa dentro de mí…me calienta esa cosa …¿ a ti no te calienta ver a mamá? 

— ¡siii hermanita! …Respondí… ¡siii hermanita!¡ pero yo no lo he hecho nunca! 
Ella me preguntó  …

—¿pero te gustaría hacerlo? 

— ¡siii me gustaría hacerlo debe ser rico. Respondí rápidamente 
Mi hermana cogió mi mano y me dijo… 

—ven vamos. 

Nos fuimos a su habitación, le puso el cerrojo a la puerta y me tiró sobre la cama, luego sacó mi pijama y ella se desnudó…mientras se puso sobre mí y me dijo… 

— ¡ahora aprenderás hermano! … ¡ahora aprenderás!,  


cogió mi polla y la metió dentro de su cosa…Ella se movía con la rapidez que lo hacía mamá con papá y me explicaba como lo tenía que hacer. 

Era salvaje…, cuando después de largo rato sobre mí, yo abajo con mi polla dentro de ella y muy tiesa, me pidió que chupara sus tetas, cuando lo hice, parecía que más se desesperaba, lo que hizo que lanzara un gemido fuerte… 

— ¡ahoraaa. Ahoraaa…ahoraaa!  


Luego se quedó quieta, desplomándose sobre mí, pero sus caderas se movían suavemente, mientras mi polla expulsaba chorros dentro de ella. 


Ese fue el comienzo, cada fin de semana, que nuestros padres tenían sexo, los espiábamos, ella siempre decía que quería hacerlo con papá, luego nos marchábamos a su habitación y nos dábamos la feroz follada, así estuvimos cerca de 2 años, ella como mayor tomaba anticonceptivos para evitar problemas.  


Aprendí hacerlo de todas las formas que a ella se le ocurría, era una feroz fiera en la cama. 

Cierto día yo, ya tenía 16 años, llegaron a casa los abuelos…papás de ambos, más sus hermanos y hermanas, resumiendo. Se llenó, no había donde dormir, se hizo una fiesta. Había mucho alcohol que hacían mis familiares que eran del campo, y mucha carne. 


Esa noche mamá y papá dijeron donde dormiríamos todos, mi hermana y yo prestamos nuestras habitaciones, otros dormirían en el living, y mi papá no quiso que yo durmiera con mi hermana, ya que yo era ya un grande, me dijo que dormiría con ellos. 


Noche de asados risas y mucho licor, papá no estaba acostumbrado a beber mucho, pero estaba tan feliz, que no tuvo control, así que, con el licor fuerte y dulce de los abuelos, tomó y tomó hasta quedar dormido en una mesa, mi madre y una abuela, lo llevaron a la cama, luego mamá le sacó la ropa y puso su pijama, papá dormía profundamente como un tronco. 

Luego me fui a acostar, casi todos estaban ya ebrios …con los ronquidos de papá no podía quedarme dormido, pasó un largo rato cuando de pronto se abrió la puerta. 

Era mamá que estaba un poco borracha, se apoyó en la puerta, luego entró, me miro, se dio cuenta que yo estaba despierto, y me dijo… 


— ¿no te puedes dormir todavía mi amor? 

Mientras se desabrochaba su vestido… 

— ¿el ronquido de tu padre no te deja dormir verdad?  


Preguntó nuevamente mientras su vestido caía en el suelo, quedando con solo sus bragas y sostén, mis ojos se abrieron más y más, mientras en mi mente pasaban cantidades de cosas, lo que me puso excitado, mi madre a pesar de su borrachera se dio cuenta, lo que exclamó mientras hacía un gesto moviendo la cabeza… 


— ¡hombres…son todos iguales !¡ hijo, soy tu madre. ¡Porque me miras con tanta insistencia! Mientras se dibujaba una sonrisa y mirada coqueta. 
Luego continuó… 

… ¡total, eres mi hijo…las miradas no hacen daño!
En ese momento saco su sostén, mostrado sus linda tetas, luego tomó su camisa de dormir, se dirigió con dificultad a la cama, se la puso y se acostó en medio de papá y de mí. 


Papá estaba de espaldas a ella, lo que mamá se aferró a él, luego puso una pierna sobre las caderas de papá y se propuso a dormir. 

Yo me levanté, y fui al baño… con el pretexto de hacerlo, para ver que hacía mi hermana, ya que con ella calmábamos toda nuestra calentura. 

Fui al living. Allá estaba ella todavía despierta, entre las demás mujeres jóvenes, las que dormían profundamente. 
Mi hermana me vio y preguntó solo moviendo los labios… 


— ¿qué haces? 
Respondí de la misma forma … 

— ¡te buscaba a ti hermanita? 
Seguimos hablando así … 

— ¿para qué me buscas hermanito? 

Sacando mi mano que tenía cubriendo mi polla, para que no se dieran cuenta de mi situación le dije… 

— ¡te necesito, hermanita…estoy caliente. ¡Té deseo! 

Ella se puso de pie, silenciosamente fue donde yo estaba y me dijo muy bajito… 

— ¡yo también estoy caliente y te deseo hermano, pero no podemos ahora, dejémoslo para cuando se vayan, nos pueden ver y ahí se acabaría todo. 


Pasado el tiempo, yo ya había ingresado a la universidad, con mi amigo Eduardo, el que sabía todo mi secreto y yo el suyo …él se había hecho novio de una hermosa hembra. 
Yo me había fijado en su culo y sus tetas, me tenía muy caliente, mi amigo Eduardo se había dado cuenta. Cierto día me preguntó… 


— Amigo dime la verdad… ¿te calienta mi novia, ¿verdad? 

Me sonreí, y respondí… 

— ¿dime, Eduardo, con ese culo, y esas tetas, alguno de los chicos de la universidad ya habrá soñado con estar con ella? ¿somos amigos…te digo la verdad. siiii…me tiene caliente ¡pero la suerte no es para quién la desea! En ese instante Eduardo se puso a reír y me abrazó. 
En eso vimos a su novia que venía… 


— Hola, hola besos en la cara y todo, de pronto me dice… 

— sabes Carlos llego una niña muy hermosa, parece una princesa de cuentos, es alta, con hermoso cuerpo, rubia, con su pelo rizado y, es más. De ojitos azules…los chicos andan como moscas tras ella. 


No había acabado de decir eso, cuando apareció en el pasillo, rodeada de varios chicos, una mujer como la había descrito Carola, la novia de mi amigo, la miramos cuando iba pasando frente a nosotros, fijó su mirada en la mía como un imán, nos miramos, ella pasó y sentí que me corría algo desde la cabeza a los pies, luego se volvió a mirar. 
Fue cuando Eduardo me golpeó la espalda y me dijo… 


— ¿te fijaste amigo, te ha visto y no te quitó la mirada de ti? Quedando un instante en silencio, luego agregó… 

— ¡pero viste, como estaban las pirañas. Yo creo que esa chica, sabe que esta rica, y debe ser de esas que les gusta tener a todos los hombres a sus pies. 


La opinión de la novia de Eduardo fue la misma, así que no me hice ilusiones ni siquiera de ser su amigo. 
Lo raro de todo, es que siempre que nos topamos ella me miraba fijamente, pero siempre estaba rodeada de chicas y chicos. 

Así pasaron seis meses, de mirarnos, pero su mirada me decía algo solo que su actitud era diferente. 

Cierto día me retrasé, llegué corriendo, cuando doble por el pasillo que estaba mi sala, choqué con una persona que llevaba el mismo apuro que yo …nuestros libros cayeron por todos lados, no había nadie más que nosotros en los pasillos. 
Cuando me di cuenta, era esa rubia chica…nos mirando un instante fijamente, pero ocurrió algo que con el tiempo me di cuenta que era. 


Nos cogimos las manos, luego nos besamos una y otra vez, como si fuéramos novios, luego la puse contra la pared y comencé a puntearla tomando su culito con mis manos…ella me respondió, luego cogimos nuestros libros, los dejamos en el casillero, y sin decir nada salimos de la universidad, tomamos un taxi y nos dirigimos a un motel. 


Cuando llegamos, mientras yo pague seis horas, ella se sacó toda su ropa, lo que rápidamente hice lo mismo, nos enfrascamos en un mete y saca feroz, como si el mundo se fuera a acabar, lo hicimos por todos lados, de todas formas, … cuando ya nos calmamos, ella me dijo… 


— Hola, tú te llamas Carlos…yo Sofía…no sé qué pasó, pero tú eres como un imán, si me pides explicaciones ¡no lo sé!  
Me dijo mientras me miraba con sus lindos ojos azules, y sus labios sensuales… 


— Ya sabía tu nombre, es hermoso como tu…respondí 
Ella continuó… 


— ¡no se si tienes novia, no sé si esto llegará hasta aquí, solo quiero que sepas que yo no tengo compromiso con nadie y nadie está conmigo. 


Hecho que así comenzó la relación con la hermosura de mujer que después de dos años de novios decidimos casarnos 


Cuando se lo comenté a mi amigo Eduardo, él dijo que también lo haría con su novia…, me propuso… 


— ¿qué tal amigo si lo hacemos juntos y celebramos juntos y nos vamos de luna de miel juntos? 
Yo terminé su propuesta … 


— ¿y dormiremos juntos también? 


Me respondió como siempre, con su sonrisa ¡no sería mala la idea! Ya que a ti te pone cachondo mí novia y yo con la tuya hermano. Jajajajaja. 


Comenté en casa nuestra decisión de casarnos y hacer todo juntos y más con Eduardo que era más que un hermano para mí. 


Cada vez que tenía sexo con Sofía, más me calentaba, lo que me hacía tener fantasías con ella, miraba su culo y recordaba cómo le entraba la polla de papá a mi madre, lo que me excitaba mucho, era pensar en tanto sexo como tendríamos una vez que nos casáramos, iríamos a la luna de miel más por conocer que por tener sexo, es lo que yo creía 


Un día nos juntamos con Eduardo y su novia, salió el tema del matrimonio, ellos nos insistieron, si queríamos que fuera juntos y todo juntos, es más nos habían elegido como padrinos. 
Nos pusimos de acuerdo en hacer la locura, nos casaríamos juntos, seríamos sus padrinos y ellos los nuestros e iríamos de luna de miel juntos y todo… 


Llegó así el momento de los casamientos, todo resultó perfectamente, cuando ya nos íbamos a ir a la luna de miel, hablamos por micrófono, primero yo y luego mi amigo como siempre está con sus chistes. Dijo cuando iba a terminar… 


— Gracias a todos por ser nuestros amigos, como ya saben mí ya esposa y yo somos los padrinos de Carlos y Sofía, que a la vez ellos son los nuestros. 
Y como ya saben que hay una tradición antigua, que la primera noche lo pasan los padrinos con los recién casados ¿adivinen qué pasará? …tomando a mi esposa en sus brazos y yo a la de él nos fuimos. 


Afuera nos esperaba otro amigo con las maletas y mi coche, nos fuimos al sur del país. 

Llegamos donde teníamos reservada una cabaña con dos dormitorios, con camas de matrimonio, todos felices, la cabaña muy hermosa y acogedora… pedimos alcohol y cosas para comer. 


Esa noche probamos la carne y el alcohol sureño, estábamos ya pasados de copas, Sofía y Carolina se pusieron ropa más suelta y cómoda, la cabaña tenía una buena calefacción y se estaba muy a gusto. Al cabo de un rato Sofía se sentó en mis piernas y Carolina en las de Eduardo 
Mientras nos besamos mi esposa y yo, acariciaba sus piernas, y miraba a Carolina y Eduardo. Mientras el hacia lo mismo, sin dejar de mirar disimuladamente a Sofía. 
Eduardo me miraba y se mordía los labios como diciendo ¡quiero comerme a tu mujer! Lo que me causaba excitación y le respondía de la misma forma. 


Mi mujer estaba más rica que Carolina, pero ya llevábamos dos años de puro sexo, no estaba mal comerle la mujer a mi amigo, yo estaba dispuesto a prestarle la mía, el me hizo un gesto como preguntando si aceptaría, lo que con un guiño de mi ojo le respondí que sí. 


En ese instante ocurrió lo que siempre me pasa con Sofía, ella pensaba algo, y en ese momento yo le decía lo mismo, y viceversa. 
Ella excitada me susurró al oído… 


— ¿amor …estas seguro que quieres que hagamos eso…no te arrepentirás después?¡ pero si tú lo deseas, yo también lo deseo. ¡Tú sabes que mis deseos son los tuyos y los tuyos son míos! 
Respondí convencido…  


— ¡lo deseo amor, quiero verte con Eduardo, él te desea y somos más que hermanos. 
Ella me replicó… 


— ¡yo también quiero verte con Carolina, ya que tú también la deseas mi amor! 


Preparamos copas más cargadas y cada vez que nos servíamos nos besábamos y tratamos de mostrar al otro lo más posible de nuestras mujeres. 

Cuando ya estaban bastante ebrias, comenzamos a calentarnos y sacarles poco a poco sus ropas, en principio apartaron nuestras manos, pero después se dejaron, luego nos sentamos los cuatro en el sofá dejando a las dos juntas. 

Mientras las calentamos tomamos sus manos y las hicimos que se acariciaran sus piernas, de primera eran esquivas, pero después se dejaron, luego se besaron, luego otro y otro beso, nos cambiamos de lugar. Eduardo quedó tras mi mujer, y yo detrás de Carolina, comenzamos a acariciarlas mientras ellas seguían besándose, cuando Eduardo comenzó a meter sus manos entre las piernas de Sofía, y su boca en su cuello, lo hice igual de inmediato, Carolina también abrió sus piernas. 


Ellas se dejaron llevar, luego se giraron y ya nadie nos pudo detener, todos nos desnudamos. Eduardo abrió las piernas de mi mujer y comenzamos a darnos, Sofía era una bestia en la cama y Carolina no lo hacía mal, Sofía como de costumbre se agarró de las nalgas de Eduardo y se dieron esa feroz follada, igual yo con Carolina.

Esa luna de miel yo tuve dos mujeres en mi cama y Eduardo igual, lo pasamos lo más inolvidable que jamás hayan pasado en una luna de miel. 

Cuando nos despedimos nos comprometimos a juntarnos cada seis meses, así lo hicimos. 

Solo que esto sería el comienzo de algo grande. Así pasaron cinco años, cada vez que iba a visitar a mis padres ella no me acompañaba, argumentando que papá no la dejaba de mirar y eso la ponía nerviosa. 


En el lapso de todo ese tiempo que estuvimos de novios, me había hecho muy amigo de sus primos que ella quería como sus hermanos, el mayor que se llama Víctor y el menor Ramón, el cual era el más regalón y a la vez, el que no sé porque motivo, el más preferido por mí …con el cual más relación teníamos 

Pero me causaba una duda a pesar de ser Sofía mayor que él, porque siempre la abrazaba por la espalda y se apegaba mucho a su levantadito culo. 

Poco a poco me fui ganando toda su confianza, cuando un día que nos visitó, era normal que hiciéramos asado y alcohol, mi mujer se fue a dormir, yo me quedé bebiendo con Ramón. 
Ya un poco ebrio le hice una pregunta … 


— ¿Ramón…amigo…veo que tú quieres mucho a Sofía? ¿Estuvo mucho tiempo con vosotros? 

— ¡Si! Sí.! respondió…ella llegó teniendo 16 años, yo tenía 10 y Víctor 14. Me acuerdo que mamá dijo que ella dormiría conmigo ya que no había más camas, mi papá es hermano de su mamá, Víctor quería dormir con ella, pero papá dijo que no. 


— Me puedes contar cómo fue la estancia de mi mujer con vosotros… ¡la verdad es que Sofía y yo no tenemos secretos, ella me contó todo …absolutamente todo de lo que pasó con vosotros, solo quiero saber tu opinión, con ella no existe ningún secreto. Le comenté esa mentira para que me dijera todo lo que yo presentía. 

Me miró fijamente y me preguntó ¿tate dijo, tttooodoo…todo…detalle por detalle? 
Esa pregunta, de ese modo me causó dudas y respondí… 


— ¡así es… todo! 


— ¿y no te enfadas por todo eso? ¡Eres su esposo! Exclamó nuevamente 
Más dudas me causó y respondí con otra mentira…  


— ¡lo que pasa es que juramos que lo que pasó antes de nuestro casamiento jamás importará, solo desde cuando fuimos marido y mujer, importa! 


— Que bien. Me dijo Ramón. ¡bueno si es así te contaré, sólo porque tú ya lo sabes, así es que Víctor, tu Sofía y yo sabremos! respondió, comenzando con su relato, mientras yo deseoso de saber todo. 


— Resulta que cuando llegó Sofía y dormía conmigo, ella me miró siempre como un bebé, no tenía temor de sacarse su ropa frente a mi quedando solo con sus braguitas y se colocaba el pijama, decía que yo no tuviera temor de que ella me viera ya que dormíamos juntos… así es que debido a eso la abrazaba por detrás al dormir…, de primera no quería, pero después se acostumbró, Víctor me pedía siempre que lo dejara dormir con ella una noche… nunca quise. 

Así es que el cuando llegaba del colegio se ponía tras de Sofía la abrazaba rodeándola con sus brazos por la cintura y le decía… ¿hola primita como estas? La tomaba y luego la apretaba contra su cuerpo, yo veía que la polla de Víctor cuando hacía eso, se le ponía dura y hacía que ella la sintiera en su culo. Pero Sofía lo retaba y lo amenazaba con decir a papá, solo que no lo hacía 

Así Víctor lo hacía siempre, un día el como de costumbre la abrazó, pero ella no peleó solo lo dejó, él estuvo un rato tras ella con sus manos en la cintura de Sofía, ella cerró los ojos y se mordía sus labios. 

Al Día siguiente Sofía estaba vestida todavía con su falda corta, cuando llegó Víctor y se puso en la misma posición, Sofía nuevamente no luchó, dejó que Víctor se apretara a ella y le punteara su culo, luego vi que Sofía se apretó a él con los ojos cerrados, comenzó a mover su cuerpo contra mi hermano, el subió sus manos a sus tetas mientras ella puso su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados y se mordía los labios mientras respondía a Víctor sus movimientos apretando su culo a la polla de Víctor…en ese instante llegó papá. 

Yo tenía casi 13 años en esa fecha que sucedió. 
Esa noche como de costumbre ella se sacó su ropa, era cada día más hermosa y hacía que cuando la miraba en mi bragueta sentía cosas ricas, la miraba detenidamente, y me excitaba. 

Se acostó sin decir nada, me dio la espalda como siempre, la abracé, pero no quería aferrarme a ella para que no se diera cuenta que estaba caliente. Fue cuando me dijo ¡ramoncito apriétame más fuerte por favor, estoy triste! 

Se acerco hacia mí un poco más, mi polla estaba entré sus nalgas, pero no se daba cuenta porque nada decía. 

Luego ella se apretó nuevamente a mí y moviendo su culo suavemente mi polla se fue metiendo entre sus nalgas. Yo estaba tieso como un fierro no quería ni moverme. 
Luego de nuevo se apretó a mi moviendo su culito suavemente, ahí fue cuando en mi polla sentí algo tibio y húmedo, a pesar que estaba con mi pijama puesto sentí eso. 

Pronto ella puso sus manos sobre las mías y comenzó a acariciarla, luego tomó mis manos y las pasaba por su vientre, a pesar que yo estaba como una estatua, sentí su respiración muy agitada, y unos leves suspiros, mientras con mis manos recorría su barriga y bajando. 

Su culo seguía moviéndose suavemente y de vez en cuando se apretaba bien a mí y salía, luego seguía moviéndose, no pasó mucho rato cuando nuestras manos llegaron más abajo, ella abrió sus piernas y metió nuestras manos en su coño, que estaba completamente mojado. 

Sofía puso mi mano en su coño y me pidió que jugara con una cosa como una pelotita que tenía en su coño porque le gustaba mucho,» en ese tiempo yo no sabía que ese era su clítoris» lo que sin vacilar hice de inmediato, mientras mi polla me llegaba a doler de tan tiesa que estaba. 

Después Sofía se giró suavemente quedando boca arriba, se abrió de piernas y me ordenó que no dejara de hacer eso, que ella metería su mano en mi pijama. 
Fue lo que hizo, cogió mi polla, cuando la apretó dijo… ¡guau…guau…y eso es tuyo ramoncito? ¿estás seguro que tienes 13 años? Con voz cansada. 
¡la verdad en 5 meses cumplo 14 Sofía! Le respondí con voz temerosa y un poco de vergüenza. 


Ella comenzó a masturbarme, luego me dijo con voz ansiosa ¡quítate el pantalón rápido y ponte de rodillas aquí en medio. 
estaba como hipnotizado, lo que ella decía yo de inmediato lo hacía, al momento me puse entre sus piernas de rodillas, Sofía cogió mi polla y comenzó a pasarla por su coño de arriba abajo, mientras me preguntaba si estaba bien para seguir, o quería que se detuviera. 

Respondí que continuara, entonces me ordenó que lo metiera todo y lo sacara cada vez más rápido, que me agarrara de su cuerpo para hacerlo mejor. 

Ella se movía como un remolino, y luego me apretaba agarrada a mis nalgas, luego se movía cada vez más y más rápido, que llegué a pensar que de tanto que se movía se me había cortado la polla, porque no la sentía, solo cuando ella me apretó con fuerza y comenzó a decirme ¡primitoooo…primitooo. Tienes buena herramienta, mi amoooor, no dejes de moverte, sigue, sigueee… 

La miraba como se retorcía, sus tetas se elevaban con sus puntas muy duras, fue cuando ella me dijo al oído te deseooooo. uuuuuffffff uuuuuuffffff. Oooooo, en ese instante de mi polla se comenzó a escapar chorros de jugo, como cuando me había hecho una paja. Ahora estaba echándolo en el coño de una mujer mucho mayor que yo. 


Quedamos en silencio un instante, mientras yo continuaba sobre ella todavía con mi polla erguida, y orgulloso de haber tenido esa experiencia a mis 13 años. 
Sofía me habló suavemente al oído, ¿Ramoncito, te gustaría seguir, o ya estás cansado? …mientras sus caderas se movían suavemente de nuevo. 


Mi respuesta fue ¡todo fue muy rápido, me gustaría seguir hasta que tu digas Sofía! Ella de inmediato me tomó comenzando de nuevo a moverse más rápido cada vez, bueno ya sabía que debía hacer, esa vez Sofía solo se escuchaba su respiración y sus jadeos, cuando me preguntó ¿Ramón te gustaría hacerlo todas las noches? ¡Me gusta mucho sentir eso dentro! ¿te atreves?¡ pero debe ser nuestro secreto! 
De inmediato respondí ¡siii prima trato hecho, será nuestro secreto… Así lo continuamos haciendo, era nuestro secreto. 


Eso es lo que pasó., Carlos, ahora que es tu esposa, que bueno que no tengáis secretos, y ahora que soy mayor, espero que no te enfades, te digo que no existe mujer mejor en la cama que Sofía. 


— ¿Qué te puedo decir Ramón? Respondí ¡a pesar de que ese detalle ya lo sabía, no deja de excitar ¿verdad? … ¿pero cuéntame tú…como se metieron los demás? Pregunte arriesgando que pillara mi mentira, bebimos otro vaso y luego …


— Bueno primito Carlos, ya había pasado varios meses entre Sofía y yo haciéndolo de todas las formas que a ella se le ocurría, cierto día mientras desayunamos, papá dijo… ¡chicos. Mamá y yo tenemos una reunión con unos amigos, y llegaremos muy tarde, yo creo casi amaneciendo, así es que tu Sofía te puedes preocupar de los chicos que se sirvan todo, y si quieres tú le haces lo que quieran comer… 
¡Okay …no hay problema. ¡Yo les daré algo rico, para saborear! Respondió Sofía 

Como de costumbre estábamos con Sofía en casa después del colegio, y llegó Víctor, como siempre abrazó a Sofía por la espalda, él sabía que nuestros padres no llegarían temprano. 
Víctor la apretó hacia él de nuevo, Sofía se dejó llevar apretándose a su polla y moviendo su cintura suavemente. 

Víctor se comenzó a calentar, cogió sus tetas y besando su cuello, le dijo ¿qué me darás de comer Sofía? 
¿serás capaz de comer lo que estás pidiendo, o es solo especulación…porque yo sé que todo perro que ladra no muerde? Respondió Sofía 
Víctor siguió manoseando a Sofía, ella se apoyó en la mesa abriendo sus piernas Víctor levantó su falda, sacó su polla delante de mí y comenzó a meterla y sacarla, eso le gusto a Sofía comenzó a hacer lo que sabía…» moverse como un remolino» 


Mi hermano la tenía de la cintura, y Sofía ya quería más fuerte y rápido, se sacó la blusa quedando con sus tetas al aire, le dijo a Víctor ¡agárrate de mis hombros y apriétame, a ver si puedes darme lo que tienes. 
La lucha fue larga y feroz, hasta que los dos sucumbieron, pero yo sabía que Sofía no era de una sola pelea, y me dice, ¡te toca Ramón. Demuéstrale a tu hermano como se hace 


Ya lo habíamos hecho tantas veces, la agarre y comencé a darle, no tardó Sofía en acabar y luego yo dejando todo mi jugo dentro de ella, luego Sofía dijo a mi hermano, hace tanto tiempo que me estas provocando, veamos hasta dónde eres capaz, y si no pasas no me molestes más, ya que tu hermano que es más pequeño que tú y jamás me ha provocado, es más macho que tú, sabe dejar a una mujer satisfecha. 


Luego nos fuimos a la cama, nos desnudamos y lo hicimos, con doble penetración, Víctor había pasado la prueba, nos juntábamos los fines de semana en una bodega que hay en casa mientras nuestros padres en su dormitorio, nosotros en el cuarto haciendo de todo. 


— Vaya…vaya…Ramón, que memoria la tuya, es tal cual lo que me contó Sofía…pero te falta un detalle ¿qué pasó con tu papá? Le comenté haciendo una pregunta…


— ¿sabes Carlos ?¡la verdad me pillaste con esa pregunta, yo jamás vi a papá con Sofía…seria mentir si dijera algo! ¡pero si Sofía te dijo que si estuvo papá con ella…es porque así fue! Respondió mientras tomamos otra copa de licor, pero de pronto me dijo… 

— ¡espera…espera. Carlos algo se viene a mi mente! 
Resulta que en varias ocasiones vi a papá espiando a Sofía cuando se bañaba…yyyyy…mmm. En otra ocasión, una noche que mamá decidió ir a ver a sus padres, papá dijo que tenía mucho trabajo y no fue. 

Esa noche vi a Sofía entrar en la habitación de papá, yo me dormí esperando su regreso, ella llego en la mañana, bañada. Yo creo que ahí puede ser que lo hicieran, pero hubieron varias veces que Sofía acompañaba a papá al trabajo… ¿creo? 


En ese momento recordé lo que la tía de Sofía me dijo cuando le dimos la noticia de que nos casábamos ¡¡ chicos, sabéis. Os envidio. Sofía me comento como comenzó vuestra relación y muchas otras cosas de vosotros que coincidís. Creo firmemente que vosotros estáis conectados con vuestras almas, sois almas gemelas…uno de vosotros piensa algo y solo con una mirada el otro sabe lo que es y se acepta, hay veces que estáis distanciados y uno está pensando algo y el otro lo mismo. 


— ¡Si Ramón! …respondí… ¡ya sabía todo esto ¿sabes porque quería que me lo dijeras tú? ¡porque se que todavía lo seguís haciendo, mi mujer se va a tu casa mientras yo voy a la de mis padres, mientras Víctor y tú le dais duro a Sofía en la bodega ¿verdad? …comenté. Mientras Ramón me confirmaba con su cabeza que sí 
Pero sabes Ramón, cuando me casé mi abuelo me dio un ejemplo, me dijo…

¿sabes hijo, en el matrimonio, tanto en la mujer como en el hombre…es como tener un restaurante…cuando tienes buena comida todos te la quieren comer. 

También este otro ejemplo es para los casados, porque todo hombre y toda mujer somos iguales, unos más verdaderos y otros no…cuando tienes la mejor comida, tu plato favorito, lo comes con deseos, con pasión, no quieres compartirlo con nadie, pero pasas mucho tiempo comiendo ese rico plato y sientes que ya no te apetece, lo comes porque hay que hacerlo. Pero si ese plato lo mezclamos con otra cosa cambia el sabor y seguimos comiendo, luego por tu mente pasa otro ingrediente, ese plato es más y más exquisito. 


Ese ejemplo me ha servido mucho Ramón ¡yo tengo la mejor comida que todos quieren comer y pocos lo han hecho, también tengo el mejor plato que solo los ricos degustan, a pesar que ese plato tiene diferentes especies le voy agregando otra para poder tener cada vez el sabor que deseo. 

Ramón ya que has comido de mi plato, y para mí es excitante el sabor que ha tomado ¿te gustaría acompañarme esta noche a degustar nuevamente de mi comida? 


— ¿de verdad Carlos, o me estás probando? Preguntó temeroso. 

— ¡vamos. Vamos, Sofía te espera deseosa en mi cama, ¡solo está permitido entrar desnudo a mi dormitorio! Le dije, él se puso de pie y me abrazó, 


Nos fuimos a mi habitación, ahí estaba mi hermosa y caliente esposa, esperando tener sexo, que yo ya sabía dentro de mí lo que pasaría. 
Le di la preferencia a Ramón, ella dormía profundamente, este abrió sus piernas, metió su polla, como tantas veces lo había hecho, comenzó a moverse, de a poco tomando velocidad, cuando de pronto despertó Sofía, y vio a Ramón… ¡ramoncito, ramoncito…por fin estas aquí, te deseo tanto, y deseaba que Carlos te invitara a nuestra cama, luego me miró y me dijo mientras Ramón no dejaba de moverse. 


— Carlos, ya sé que sabes todo…te diré que Ramón es el primer hombre que metió su cuerpo dentro de esta luna. 


— ¡lo sé mi amor! Respondí mientras Ramón le daba más rápido… ¡Ramón es el primer hombre que metió su cuerpo dentro de tu luna y luego los otros dos! 
Ella sonrió y me miró nuevamente, me dijo… 


— ¡tienes que contarme tu verdad ahora!  
Luego me guiñó el ojo y tomó de las nalgas a Ramón comenzando así una lucha cuerpo a cuerpo que luego entraría yo. 

Esa noche Sofía, como siempre fue una fiera indomable en la cama, ella es la vencedora siempre. Hay que tener muy buena arma para vencer a esa guerrera. 


Al día siguiente Ramón se fue muy satisfecho por el placer que le había brindado mi plato. 

A la noche siguiente en el living estábamos abrazados viendo una película de acción cuando me dijo…

— ¡ya mi amor…te escucho, dime con todo tipo de lujos y detalles. Que nada quede en el tintero. 


Y Comencé a relatar mi historia. 

 

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