aprende con penelope

Woman Penelope 

experiencias basadas en hechos reales

alguien que destruye tu salud mental no puede ser el amor de tu vida ...

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Controle la situación

 

Una noche estaba enfadada conmigo misma, había discutido con David y salí a tomar un vino sola, fui a un lugar donde suelo ir cuando acaba la jornada en el trabajo. 

 

Pedí un vino blanco, que es mi preferido, estando sentada en una banqueta en un rincón de la barra del pub donde me encontraba cómoda, me fije en un hombre bien vestido, tenía algo que atraía mi mirada, pero él ni me miro...

 

Continué absorta en mis pensamientos y volví a pedir otra copa de vino, cruce las piernas por inercia. llevaba una falda de tela vaquera y corta, camiseta blanca de pico y unas deportivas, al cruzar las piernas, no tuve en cuenta que podría verse algo, entonces me di cuenta que el chico que había llamado mi atención, me estaba mirando fijamente.

 

Sonrió y yo puse una mano entre las piernas para que no viera nadie el tanga. 

 

Este chico llamó al camarero y me invito a tomar una copa de vino que acepté y le agradecí con una sonrisa, su amabilidad. 

 

Entonces él se acercó y hablamos un rato, poco a poco la conversación de pasar a ser casual fue cambiando de tercio, y sin darme cuenta, hablábamos de los gustos de cada uno y de lo que nos gustaba de una mujer o de un hombre, el ambiente iba subiendo de temperatura.

 

Yo notaba como mi coño empezaba a gotear. Al sentarse en una banqueta junto a mí, pude ver como tenía la polla erecta, no sabía el que, pero algo me decía en mi interior que no estaba bien, parecía como que su polla llegaba hasta el cinturón. Aparte esa idea de la cabeza y ...

 

Seguimos hablando, al rato, me incorpore para ir al baño, este chico estaba muy cerca de mi y al bajar del taburete roce con mi muslo su entrepierna, note algo duro y grande, eso me puso enormemente caliente.

 

Fui al baño y cuando entré, tuve que quitarme el tanga porque estaba mojadisimo y me mojaba la falda, así que me limpié bien con unas toallitas intimas que llevaba en el bolso, deje en la papelera del w.c. el tanga, era difícil que secara y no quise llevarlo en el bolso y manchar todo.

 

Al volver, me senté de nuevo en el taburete y continuamos hablando, no podía aguantar más, estaba cachonda con la conversación y me lancé, le dije que podíamos ir a algún sitio mas cómodo y tranquilo. 

 

Al final éramos adultos y no teníamos que disimular lo que queríamos, así que decidimos ir a un Hotel. Elegimos uno que estaba muy cerca de donde nos encontrábamos. Él entregó su documentación en recepción y pagó la habitación 

 

Al llegar a la habitación, nos desnudamos cada uno, mientras nos mirábamos, solo puedo decir que cuando saco esa polla, me quedé mirándola, sin poder apartar mis ojos de ella, era tremenda, debía tener alrededor de veinticinco centímetros y un grosor de cuatro... solo quería cogerla, entonces él me levanto, me dio la vuelta frente a la cama. 

 

Me apoyé con las manos sobre ella y empezó a metérmela por detrás en el coño. Le costaba entrar, intenté relajarme y que mi coño dilatara más. Él empujaba por momentos con más fuerza, ya no era lo que yo esperaba, el placer que había imaginado, se había convertido en un deseo de que acabara.

 

Le dejé un poco más, que jugara con mi coño, pero llegó un momento que no lo soportaba, la presión en mi vagina era muy fuerte y le dije que no podía continuar, que mi cabeza decía que si pero mi vagina decía que no más, que no podía meterme eso, él insistía y le dije que hacia otras cosas, pero eso no.

 

Así que para evitar que se enfadara... no le conocía y me preocupara su reacción, le cogí la polla con la mano y empecé a chuparla, no me cabía en la boca y era incómodo para mi mandíbula, al mismo tiempo movía mi mano deprisa y entonces se relajo y se dejó llevar.

Al poco rato empezó a gemir, explotando y corriéndose, soltando todo su líquido en mi boca, seguí moviéndola un poco más y el se tumbó en la cama, fue cuando aproveché para levantarme y eche todo el semen que tenía en la boca en el w.c.

 

Al volver a la habitación, él ya se estaba vistiendo, termine de vestirme y nos marchamos. 

 

Ya en la calle, nos despedimos y el se fue por su lado y yo por el mío.

No supe nada más de él, cuando me pidió el número de teléfono, le di un numero falso para que no volviera a llamarme.

 

 

enero2024@womanpenelope.es